22-11-2024 11:35:51 AM

Inicia la disputa por mercado gasolinero

balance43

La baja de 7 centavos en la gasolina Magna y de 8 centavos en el precio de la Premium es casi imperceptible para el consumidor, es más que nada una estrategia de mercadotecnia para atraer consumidores, pues el menor precio va acompañado con la posibilidad que el cliente verifique que efectivamente le venden litro de a litro, con todo y que las bombas están verificadas.

En la promoción no hay engaño; el automovilista apenas si ahorra uno o dos pesos.

Por ejemplo, el litro de Magna está en 13.50 pesos, si carga 20 litros  pagará 270 pesos contra los 271.40 que le cuesta con el precio normal de 13.57 pesos.

La Premium se la venden en 14.30 pesos el litro, por 20 litros pagará 286 pesos contra los 287.60 pesos si la compra a 14.38 pesos, que es el precio normal.

La medida aplicada por el empresario Alejandro Schiavon, en su gasolinera número 5233, ubicada al sur de la ciudad de Puebla, tomó desprevenidos a todos, a los otros franquiciatarios de estaciones de servicio y a los propios automovilistas.

Cabe señalar que una medida similar ya se aplica desde hace varias semanas en Monterrey en una gasolinera ubicada en las inmediaciones de la tienda Wal-Mart.

Siempre ha prevalecido la desconfianza de los automovilistas respecto a las gasolineras, si les dan o no los litros por los que pagan.

El reporte de febrero pasado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no deja lugar a dudas. Señala que realizó inspecciones en 62 gasolineras ubicadas en las ciudades Puebla, San Pedro Cholula, Amozoc y Cuautlancingo, y sólo 18 pasaron positivamente, otras se negaron a la revisión y la mayoría no pasó la prueba de dar litros completos.

Además, se ha hecho costumbre que en la mayoría de las estaciones de servicio al consumidor le dan un fajo de boletos para sorteos de motocicletas o vehículos, que por ciento pocas veces se sabe si entregaron o no el premio prometido.

Otra parte del problema, es la proliferación de las estaciones de servicio. Desde hace varios años en Puebla o hay día en que no se abra un nuevo negocio de este tipo, no importa si a menos de 300 metros hay otra, de igual forma se inaugura una nueva gasolinera con dos o tres bombas; tampoco importan las quejas de los vecinos por estar rodeados de dichos negocios.

Según los propios empresarios  en todo el estado de Puebla hay 500 gasolineras de las que poco más de la mitad (eso dicen) están en la capital poblana.

En medio de ese escenario, Alejandro Schiavon optó por reducir mínimamente el precio de las gasolinas; la ley se lo permite, su precio está en el rango aceptable.

La decisión de Schiavon prendió focos rojos entre los otros gasolineros en Puebla, quienes no tardaron en descalificarlo, y algunos hasta lo amenazaron.

Habrá que ver si el empresario logra subir sus ventas; si se arriesga a reducir más el costo de las gasolinas, o cuánto tiempo aguanta la presión de los otros gasolineros (afiliados o no a algún organismo).

También puede ocurrir que algún otro empresario imite a Schiavon y reduzca sus precios.

Aunque también sería deseable que el gobierno, ya sea Pemex, Profeco o hasta la SPP, se mantenga atento ante posibles acciones que puedan registrarse en contra de los gasolineros que reduzcan precios.

Así entre las gasolineras que no dan buen servicio, que no dan litros completos y la saturación de algunas zonas con este tipo de negocios, es que se dará la libre competencia una vez que haya nuevos proveedores de combustibles en el país, que de  acuerdo con la reforma energética empezará a darse por ahí de 2017.

La llegada de nuevas marcas llevará a un cambio de franquicia de algunos negocios existentes, el cierre de otros y la prevalencia de varios más.

Esa “recomposición” del mercado no será rápida ni fácil, y el consumidor quedará en medio de esa disputa empresarial.

La pelea por el mercado empieza a darse, no importa cuál sea la razón, pero definitivamente muchos quedarán en el camino.

abajosoco

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