23-11-2024 07:10:47 PM

Peña y Moreno Valle, en tiempos de cólera electoral

alpor27

Ya se lo dijo Peña Nieto a Moreno Valle: “hacemos equipo”: con el dinero federal se realiza en Puebla la obra más eficaz y de gran escala que en todo el país.

Que lo vean otros gobernadores.

Es decir, Moreno Valle es un mandatario que sabe utilizar el recurso federal para que la gestión de Peña luzca y le permita presumir en este año electoral que el PRI cumple su promesa de campaña del 2012 en un estado en manos de la oposición.

El presidente no iba a venir a la entidad a decirle a su gobernador que le partirá la madre electoral y tampoco el mandatario poblano le iba a dejar en claro que lo va a arrasar, a hacer pomada, en Puebla.

Los propios panistas cuentan que cuando le reclamaban a Felipe Calderón por qué venía una y otra vez a Puebla y mandaba dinero federal a Mario Marín para que se luciera con sus obras, el presidente les dejaba en claro que no se pondría al nivel de un gobernador y que no se les olvidara que más allá de la calentura política existía un pacto federal.

Es lo mismo.

Pero está claro que los discursos de elogios mutuos entre Peña y Moreno Valle son para el círculo rojo. El presidente sabe que el morenovallismo tiene bajo su control el Estado. Sería un despropósito enfrentarlo o pretender debilitarlo. Al contrario, hoy el #GóberBala es útil.

Sin embargo, hay un análisis del círculo verde en Puebla, conformado por el ciudadano común y corriente, donde se detecta hartazgo y repudio a temas morenovallistas como la Foto Multa, la verificación vehicular, el registro civil, la privatización de los parques públicos para hacer deporte, los excesivos cobros del Soapap y su manejo mafioso, los trastornos de las obras de oropel, la inseguridad y, sobre todo, el autoritarismo que se refleja en la entidad.

Aquí fue donde Los Pinos y el PRI hallaron una oportunidad para crear los primeros contrapesos de cara al proceso de renovación de la gubernatura en el 2016.

Ha sido el presidente Peña el responsable directo de informar a poblanos sus nuevas tareas político electorales y que serán supervisados directamente por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

La parte de la relación institucional entre la Federación y el Estado se salvaguardará. Se cuidará. En política a los amigos hay que tenerlos cerca, pero a los enemigos más.

Hacerlos sentir parte de un proyecto, en el que podrían alcanzar la mejor tajada del pastel, cuando en realidad los van encapsulando para aislarlos.

Hay vasos comunicantes en los financieros y constructores de la magna obra en Puebla. Es el grupo Atlacomulco el articulador de los intereses económicos y políticos de Peña y Moreno Valle, donde el segundo se supedita a la jefatura presidencial.

Sin embargo, pocos observaron que la salida de Alfredo del Mazo, líder hoy del grupo Atlacomulco, de Banobras representa ese retiro de aliados en los flujos de inversión. Lo mismo ocurre con otro enlace morenovallista: Luis Videgaray, el secretario de Hacienda más débil en los últimos años, gracias a sus ligas con grupo Higa.

Peña Nieto requiere de una oposición que responda a su juego en la segunda parte de su sexenio. En el PAN (Gustavo Madero y Moreno Valle) y en el PRD (Miguel Mancera, Silvano Aureoles y Carlos Navarrete).

Y aunque los morenovallistas presuman que el gobernador arrasará al PRI de Peña en el 2015, lo cierto es que pondrá sus canicas al servicio de Los Pinos.

En Los Pinos guardaron en el cajón de Grupo Higa a Luis Videgaray y ahora aparece ya como Delfín, Miguel Ángel Osorio Chong, quien por lo pronto empezó a operar con los dueños de medios electrónicos para recordarles que las concesiones que tienen son federales y los permisos se otorgan en el DF, no en Puebla.

Le digo, los equilibrios.

El gobernador y el presidente juegan ajedrez, nada más que el tablero, las piezas y el tiempo pertenecen a Peña Nieto.

Claro, como en todo, Moreno Valle puede darle jaque al Rey.

NOTA BENE

Quién chingaos entiende a los priistas y morenovallefóbicos.

Siempre se quejaron que el gobernador presumía como logro personal las obras que realizaba con dinero federal. Además de que denunciaban que los delegados quedaban relegados a segundo plano en las inauguraciones.

Ahora que existe un desfile de secretarios, subsecretarios y delegados federales para estar presentes en las obras que arranca Moreno Valle con dinero de la República se quejan y acusan un pacto secreto entre el gobernador y Peña Nieto.

No mamen. Sean serios.

Precisamente la presencia de secretarios, subsecretarios y delegados federales en Puebla es para encapsular la acción morenovallista. El mandatario dejó de decir que con su dinero entrega, ahora comparte crédito con el gobierno de Peña.

alportador

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