El concepto de emprendedor proviene del francés “entrepreneur” que significa literalmente “quien lleva a término un nuevo proyecto”. Actualmente se utiliza esta palabra para describir a una persona que posee un interés especial por lo novedoso e innovador, que se aventura y acepta riesgos, y que concibe las dificultades y obstáculos como retos y desafíos a vencer.
La prioridad que tiene un emprendedor es desarrollar una empresa que tenga la capacidad de crecer y ser rentable a través del tiempo. Esta tarea no es nada sencilla pues a pesar de que muchas son las iniciativas que se generan, pocas son las que sobreviven y perduran.
Convertirse en un emprendedor exitoso requiere de autoconfianza, formación y capacitación constante además de mucha perseverancia. Entre las actitudes básicas que se han observado en emprendedores de éxito están:
• Pasión
Un emprendedor es capaz de entregarse completamente para alcanzar las metas y objetivos. Esta pasión llega a ser un componente esencial, pues orienta otras conductas emprendedoras y ayuda a sobrevivir al sacrificio que requiere una empresa.
• Visión
El éxito de cualquier iniciativa emprendedora requiere de un plan y de la visualización de los objetivos finales. El primer paso que da un emprendedor es definir la estrategia que le permitirá alcanzar los resultados sin descuidar las prioridades y necesidades inmediatas.
• Capacidad de aprendizaje
Los emprendedores exitosos reconocen que están aprendiendo siempre y que pueden aprender de todas las personas que les rodean.
• Trabajo en equipo
Como líder se busca unificar ideas, lograr consensos ante los problemas y propiciar un ambiente de armonía entre los miembros del equipo de trabajo.
• Creatividad
Se refiere a la capacidad creativa como proceso a través del cual las ideas son generadas, desarrolladas y transformadas en valor agregado, de tal manera que no es necesario inventar lo que ya está inventado, pero sí se requiere identificar nuevas posibilidades de hacer las cosas para garantizar la diferenciación del negocio.
• Locus de control interno
Un emprendedor encaminado al éxito tiene la percepción de que los eventos ocurren principalmente como efecto de sus propias acciones, es decir, considera que él mismo tiene el control de las situaciones y por tanto valora positivamente su esfuerzo, habilidad y responsabilidad personal.
• Autoestima
Relacionado con el punto anterior, un emprendedor se caracteriza por su optimismo, independencia y seguridad en sí mismo.
• Asertividad
Expresa lo que piensa, siente y quiere sin lastimar a los demás lo que le ayuda a alcanzar las metas y objetivos sin desviarse del camino trazado.
• Organización
Establecer un cronograma de actividades que se programa con la capacidad de recibir ajustes permanentes.
• Sentido de oportunidad
El emprendedor identifica necesidades, problemas y tendencias en la sociedad actual y además busca alternativas de satisfacción o solución según sea el caso.
• Persistencia
Toda iniciativa emprendedora se caracteriza por ser persistente. Tratarlo por una sola vez y darse por vencido no es suficiente. Hay que dar un paso a la vez y buscar perfeccionarlo de manera creativa y organizada si es que no ha dado los resultados esperados a la primera.
• Autonomía
Un emprendedor busca tener más control sobre los objetivos de su negocio lo que le permitirá ser más libre e independiente para tomar las decisiones.
Éstas son algunas de las características de un emprendedor exitoso. No es indispensable que se tengas todas, puesto que pueden llegar a aprenderse y desarrollarse a través de la práctica, el esfuerzo y una actitud positiva. Muchos de los emprendedores no nacieron siéndolo más bien a lo largo de su trayectoria se han ido formando y consolidando.
Fuente: AltoNivel