23-11-2024 12:30:09 PM

Políticos, víctimas de sus prestanombres

tempestad27

Se trata de la traición de quienes en su momento se vendieron como incondicionales, los aliados más confiables, por los que se metían las manos al fuego y los que al final, como era predecible, sucumbieron irremediablemente a la seducción del dinero fácil y la impunidad.

“Naturaleza humana”-diría el clásico.

Se sintieron dioses y más allá de los pactos sellados con sangre, utilizaron parte del capital que se supone tendrían que “mover” para realizar negocios personales al margen de sus mecenas.

Como si fuera suyo.

Para ellos no fueron suficientes las jugosas comisiones que recibían por semejante operación de lavado, tampoco las atractivas utilidades que cobraban en las empresas formadas con el dinero blanqueado y de las que aparecían legalmente como socios mayoritarios y representantes legales:

Constructoras, plantas de concreto, firmas inmobiliarias, restaurantes, bares, medios de comunicación, empresas de asesoría y logística, etc.

Al final, fue más fuerte la envidia de tener que comprar a su nombre casas, terrenos y demás propiedades; los más lujosos y caros autos importados, relojes de edición limitada y demás activos que sus patrones jamás podrían adquirir con las percepciones oficiales que reciben por la actividad pública que desempeñan.

Ahora, la relación y la complicidad están rotas irremediablemente.

Lo anterior pone en reales aprietos a estos servidores públicos corruptos que se enriquecen con recursos del erario.

Como buena parte de sus bienes están oficialmente a nombre de los traidores, están imposibilitados a presentar procesos legales encaminados a su recuperación.

El único camino viable será la negociación o la amenaza.

Parece lógico que estos poderosos individuos hayan considerado el posible rompimiento con sus “hombres de confianza” y en ese contexto tengan diseñada ya una estrategia que minimice los potenciales daños a su mal habido patrimonio.

Lo anterior es apenas una modesta muestra de que la utilización de terceros para llevar a cabo operaciones ilícitas con dinero público, es una práctica que sigue vigente en la política poblana y que después de décadas de aplicarse a rajatabla, goza de cabal salud.

Tal vez lo único innovador que podemos observar a partir de la llegada al poder del morenovallismo es la utilización de prestanombres que le brindaron los mismos servicios a los marinistas.

Especialmente a Mario Marín García, hijo del ex gobernador.

Así como lo lee.

Algunos de los actuales mandamases de la política poblana decidieron aprovechar la “experiencia” y la infraestructura generada en el sexenio anterior por personajes que sirvieron como parapeto a los negocios y adquisición de bienes de quienes ocuparon carteras importantes en la administración de Mario Marín se evitaron la molestia de buscar los propios.

Lejos de combatirlos o llamarlos a cuentas en lo jurídico, prefirieron cooptarlos para sacarles provecho.

Tal y como hicieron en el último gobierno priista, a los que están ahora les han jurado lealtad a muerte e incondicional a prueba de balas.

Ya vimos que, por lo menos en dos de los casos, estuvieron lejos de cumplirlo a cabalidad.

Y lo que falta por ver a dos años de que se termine el actual sexenio.

Será de antología.

latempestad

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