El gran error de Leoncio, lo que no le perdonan sus gobernados es que su penosa y lastimera sumisión al gobernador Moreno Valle lo ha orillado a tomar decisiones que afectan no solo a la mayoría de los cholultecas, sino a las élites de esa comunidad que lo ayudaron a llegar al poder.
Se trata de empresarios, líderes sociales y hasta caciques, todos ellos fundamentales para que este municipio se haya convertido en un auténtico bastión del PAN por casi dos décadas.
Han apoyado con recursos y movilización a los candidatos del blanquiazul y han mostrado con contundencia lo eficientes que pueden ser.
Pelearse con ellos es, por decir lo menos, un error fatal.
De entrada, este grupo de notables no vio con buenos ojos el hecho de que el gobierno municipal decidiera no acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para intentar revertir la decisión tomada por la pasada legislatura del congreso local en materia de límites territoriales.
Muchos intereses fueron afectados y presionaron con todo al síndico Paulino Pedro Lozada Cuaya y al propio edil, para que armaran el expediente correspondiente y pelearan el caso en el máximo tribunal del país.
No lo hicieron.
Prefirieron enemistarse con ellos que con el gobernador del estado.
Algo similar sucede ahora con el rechazo, prácticamente unánime a la construcción del Parque de las 7 Culturas.
Rafael Moreno Valle, después del escándalo Chalchihuapan, decidió trasladarle el costo político y de imagen por la realización del proyecto a los presidentes municipales involucrados.
Esto a pesar de que la idea y desarrollo fueron suyos.
En el caso de San Andrés, el precio pagado por Leoncio ha sido demoledor.
En tiempo récord, Paisano ha unido a la población en su contra, al grado de que la gobernabilidad en la demarcación a su cargo se sostiene con alfileres.
A partir de la toma de la presidencia municipal, la semana pasada, Paisano ha reducido al mínimo su aparición en actos públicos.
Teme que cualquier chispa vuelva a prender la hoguera.
Y es que ni el encarcelamiento de las “cabezas visibles” del movimiento en contra de la realización del parque, ni las más de 10 órdenes de aprehensión giradas en contra de más opositores, servirán para mejorar la situación.
Al contrario.
La medida ha generado que más cholultecas vean con simpatía los actos de protesta en contra de la unilateral decisión.
Y es que, más que un asunto de defensa de la herencia cultural del lugar, piensan que mañana puede ser su propio patrimonio el que esté en peligro.
La mecha está prendida y hay toneladas de pólvora latentes esperando el momento adecuado para explotar.
Para Paisano y sus secuaces, créame, viene lo peor.
Y le quedan 4 años.