Es una pena el ver como las frases y los nombres nuevos son sólo eso, frases y nombres sin razón.
Mucho se habla de la nueva policía de proximidad y de los nuevos nombres de mandos traídos desde el Distrito Federal, que tal vez en un afán de mejora, hasta un servidor cayó en el espejismo de la esperanza y de la necesidad.
Esperanza de una ciudad más segura, esperanza de una policía (la poblana, porque a Puebla los trajeron) mejor tratada, la esperanza de que los elementos fueran reconocidos en todos sus aspectos en función de su trayectoria, trabajo y experiencia.
Por otra parte, la necesidad de sentirse seguro, la necesidad de saber que ya no viviremos con más sobresaltos y que la Puebla de antaño, si bien no puede regresar en el tiempo, si de nueva cuenta vuelve a la tranquilidad deseada.
¡Qué equivocado estaba yo y qué lejos de la realidad me encontraba!
Por ello es que el día de hoy ofrezco una disculpa por haber pedido votos de confianza a los nuevos mandos y a los nuevos esfuerzos, me apeno verdaderamente de haber creído cuando apenas hace unas semanas terminaba una administración que nos mostraba lo mucho que dañan los que de fuera vienen y no se comprometen.
Digo esto por la sencilla razón de que como ya pudimos ver entre muchos escandalitos sonados en tan poco tiempo, como por ejemplo el problema suscitado en la Avenida Juárez a causa de decisiones mal tomadas por los mandos noveles y con esto, golpeando abusivamente a la ciudadanía; tenemos mandos sin real experiencia en una ciudad como Puebla, tales son los casos del ex director de Tránsito Nefy Ramos Ramírez ( ese si de Puebla pero inexperto); quien mediante un pago de factura no sé a quien, pasó de ser chofer de un camión de transporte de personal de la unidad (con un muertito de por medio) a Director de una tan importante actividad como lo es dirigir vialidades.
En la policía tenemos a un elemento como Paulo César Quiroz Martínez que poco o nada conoce de nuestra ciudad y en que sus primeras intervenciones amenaza a la comunidad con términos que nunca se habían utilizado aquí, como “tortura”, “preparación y entrenamiento israelí” y otras linduras más, tal como fue el caso del incidente en el opertivo alcoholímetro en la Juárez.
Digo esto, porque a fin de cuentas se sigue usando como garrote en contra de los policías oriundos de nuestra entidad el proteger a la gente que trajeron, no importando incluso usar el pretexto de los exámenes de control y confianza; cuando a decir del propio Manuel Mondragón y Kalb, en su momento Comisionado Federal, eran una aberración y una verdadera cacería de brujas en la institución y en Puebla, aplicados por gente que nunca fueron parte de este sistema.
Se los comento porque al menos en el municipio de Puebla, y no obstante las quejas fundadas y razonables de personas que dirigen o presiden algunos grupos en colonias de nuestra ciudad que solo las“batean” como se dice en el argot de la irresponsabilidad cuando se quiere cansar a alguien, se desentienden y ni siquiera se informa a la ciudadanía acerca de qué decisión se tomó o porque se hizo o se dejó de hacer. De esto no sabemos si el secretario sabe algo pues de él, como de las galaxias imaginarias de Isaac Asimov: “Nadie sabe nada”.
De hecho, una de las quejas precisamente fue de la colonia Prolongación de la Santa María la Rivera, cuya representante se acercó a nosotros por pensar erróneamente que si de alguna forma se tenía un acercamiento con estas autoridades, entonces era mas probable que se pudiera hacer justicia; sin embargo si bien fueron atendidos, no por el Secretario sino por el Comandante Daniel Aguilar, ésta fue remitida al director de Policía Pablo Cesar Quiroz Martínez mismo que como ya lo dijimos, llega de la estatal como gente de confianza de Oscar Santizo, y de ahí como director de policía de la capital y quien no obstante estar vinculado con los problemas del incidente de la Juárez (videos hay de ello), se le protege y se daña a otros elementos que lejos de ser apoyados por su Secretaría, simple y sencillamente se les desprotege y se les trata de fincar responsabilidad a quienes no la tuvieron teniendo ellos que de su bolsa contratar abogados para no perder su empleo.
La solicitud de la representante de la mencionada colonia fue sellada como muchas cosas que a la propia Secretaría no le importa, este sello lleva la fecha del mes de Mayo y luego de mandarla a dar la vuelta por ahí, se le regresa al secretario Santizo copia para su atención desde la subsecretaría de asuntos jurídicos de la Secretaría de Gobernación del Municipio de Puebla y de ahí más vueltas para que tampoco el director de Policía le hiciera caso y a la fecha nada se ha hecho.
Solo se esperaron a que se cambiara de presidente de la colonia por uno más a modo y conveniencia de ellos, para que ahora sí empezaran a atender, acusando a la anterior representante de que no hizo nada durante su gestión. Buen futuro nos espera a las ya inútiles acciones que han hecho.
Promesas como las de los módulos de seguridad que ya se les dijo que no funcionan como ellos lo proponen, y que después de tanta prensa , soberbia y todo, se engaña la buena disposición del presidente Tony Gali y no se hace nada, pareciera que no juegan del mismo equipo.
Triste pero real que las soluciones solo se quedan en promesas que bien a bien no alcanzan a cumplirse; tal vez porque las autoridades vienen de la misma escuela que los anteriores, no lo sabemos, pero el desinterés, más allá del discurso, es el mismo.
De todo esto, ni cómo hablar con el secretario Santizo porque no se le encuentra en ningún lado, pese a que precisamente por esa supuesta atención y proximidad que el mismo aludía, tratamos de apoyar a quienes lo solicitaban y que a veces por ser ciudadanos sin una relación directa simple y sencillamente temen como muchas veces que no se les atienda.
Jamás se escuchó nuestra petición de dialogar, dos veces verbal por medio del comandante Aguilar, y una por mensaje que aún conservamos y tres escritos que siendo recibidos por la SSPYTM jamás fueron atendidos en ningún sentido.
Qué lastima que nuestros policías generados aquí trabajen tanto por ser próximos a nosotros cuando sus mandos son lejanos a toda atención ciudadana, y la Proximidad Social solo se vuelve un cuento, qué pena el haberse equivocado y tener que comentar esto en forma plena.
Qué pena, simplemente, qué pena.