Predominó el arrebato, la propaganda de repetir una mentira hasta convertirla en verdad y puso al morenovallismo en el nivel del marinismo.
Inexplicable que ante tanta lumbrera de la estrategia de comunicación, el gobernador Rafael Moreno Valle haya roto todos los manuales del control de daños, como lo refirió el periodista Raymundo Riva Palacio.
Entre el equipo cercano al mandatario se culpan unos a otros.
Que Fernando Alberto Crisanto recomendó callar, luego de los hechos violentos del 9 de julio, pues estaba seguro que el tema se moriría al tercer día, según sus escrituras.
Que al fin de cuentas el tema no llegaría a los medios nacionales y menos a los locales sometidos al Tripack.
Que Héctor Alculdia después planteó ir a dar la cara a los medios, sin que el gobernador interviniera. Ahí nació su frase para la ignominia: piedras de gran calibre, en un discurso que jamás se le ocurrió leer antes a Luis Maldonado Venegas, secretario general de Gobierno.
Que desacreditado el jefe del gabinete, ya con la muerte del menor, se acordó que Moreno Valle fuera a hablar con los medios locales del Tripack y luego con plumas nacionales -los cuates de Alculdia- para dar línea sobre la versión oficial de los hechos.
Que ante ese fracaso, se determinó que el procurador Víctor Carrancá presentara su peritaje, sin la coadyuvancia de la PGR, pero sí con el aval de los ex empleados de Facundo Rosas de la Policía Federal Preventiva; el representante en Puebla de la organización “Mexicanos Primero”, cuyos directivos nacionales lo desautorizaron; y el hermano del subsecretario del Transporte, el rector de la Anáhuac. De risa.
Que Facundo Rosas no hable, que se mantenga al margen de todo, pero resulta que fue el primero en ser citado a comparecer por la Comisión Nacional de Derechos Humanos para defender lo que no le dejaron ver.
Que el ombudsman Raúl Plascencia es “amigo” y operará la causa del gobierno, pero se les olvidó que viene la renovación de la CNDH y necesita para su reelección de credibilidad en su investigación del caso Chalchihuapan ante senadores del PRI que señalaron que en Puebla se aplica una “ley criminal” en materia de derechos humanos.
Que Moreno Valle ya no hablará con nadie, dijo Alculdia, pero el mandatario no ha parado de defender en cualquier oportunidad su postura y respaldar el peritaje de la PGJ.
Que los pobladores eran unos terroristas y ya están ubicados en el pueblo, pero es la hora en la que no existe ninguna acción legal contra quienes “atentan contra la paz poblana”.
Que no hay que cometer los errores de Mario Marín, pues además de ser casos distintos sería un absurdo, pero sus operadores de medios le han recomendado tomarse fotos con niños y personas de la tercera edad, tal y como hizo el ex gobernador ante el escándalo que enfrentó.
Que el operador del gobernador, Marcelo García Almaguer, estaba enojado por el desatino de la estrategia de medios por parte de Fernando Crisanto, Héctor Alcudia y Gerardo Islas, cuya empresa difundió los videos de la criminalización del niño, su madre y todo el pueblo.
Que durante dos semanas anduvo en Puebla en la zona de drenaje del gobierno para mover campañas negras, pero hace unos días fue llamado por su jefe en el PAN, Gustavo Madero, para que no se le olvidara que tenían una consulta sobre salario digno por operar.
Que le inventan un cargo a Juan Pablo Piña, el defensor del dictamen conocido como “Cabeza de Marrano” para operar el gabinete, pero al día siguiente lo ubicaron como simple publirrelacionista entre sectores y anunciador de programas de gobierno.
Que a través de la empresa Botón Rojo contratan tuitstars para contrarrestar la virulencia de las redes sociales y descalificar enemigos, pero estos personajes se pusieron a echar desmadre, burlándose de la muerte del menor; eso sí, cobraron sus 10 mil pesos.
Que entre más se empeñen en revertir la adversa opinión pública, se hunden peor.
Que ahora se determinó descalificar la marcha del domingo, mediante señalamientos de que la organizan marinistas, pero resulta que quien convocó originalmente a la caminata por la paz y la dignidad es un viejo aliado de Moreno Valle: Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, gremio que respaldó su proyecto a Casa Puebla en 2010.
Que tres despachos foráneos Rand, Kroll y Cubic, expertos en seguridad y terrorismo, asesoran al gobernador, pero por lo visto se les atravesó la crisis entre Israel y Palestina.
Ya lo dijo Ralph Emerson: mintió tanto que ya nadie le cree.