1.- No soy el autor de la genealogía de la palabra: “Chingada, chingao, chingón, chingo, chingado”. El padre o descubridor de tal criatura verbal, lo es el Maestro Salvador Novo literato, ensayista, poeta, director de teatro y asómbrese:
1.1.- Uno de los grandes maestros cocineros del mundo mexicano de clase y distinción, ahora exhibido únicamente en los grandes círculos del poder mundial.
1.2.- Si no lo toma a mal, son ricos que no lo ostentan, dominan cuatro o cinco idiomas, procuran hacer negocios alejados de los gobiernos y son melómanos, enólogos y viajeros permanentes, rodeados de sus iguales en las gerencias de sus empresas instaladas todas en México.
2.- Dice Salvador Novo que en la época colonial, las parejas de peninsulares cuando se hartaban de sus relaciones de pareja, alguna de ellas le gritaba a la otra: “Vete a la China en la Nao”, significando que ya se tenían hasta la madre de la mala convivencia. El mandato se convirtió en: “Vete a la Chinao” y bajo el proceso denominado: “Eufonía”, se suavizó quedando en: “Vete a la Chingao”, y “Vete a la Chingada”.
3.- Todo lo anterior para justificar ante mi jefe de redacción, que en ningún momento pretendo escandalizar como agente provocador contra el buen, honesto, querúbico, angélico, e incorrupto lenguaje de la poblanidad.
4.- ¿De qué sirve la CAIP?, debe servir obligadamente para que cualquier hijo de vecino común y corriente sepa la forma, el modo, el monto, o el destino del tesoro público estatal, y del comportamiento administrativo de todas y cada una de las dependencias gubernamentales que nos cuestan millones de pesos al año en sueldos, honorarios, gratificaciones, asesorías y pago de instalaciones incluyendo ahora lo digital.
5.- ¿Funciona?, asuma usted su responsabilidad como ciudadano y contéstese:
5.1.- ¿Cuándo para sus estudios académicos, actos investigatorios especiales, o como ciudadano honrado, trabajador, responsable socialmente hablando como parte de una comunidad, solicita información al centro de información gubernamental disfrazado de ciudadano, le dan lo solicitado, o se lo ocultan como si fueran delincuentes?
6.- ¿Para qué nos sirve la Comisión Estatal de Derechos Humanos?, el presidente Carlos Salinas de Gortari ansioso de crear una imagen institucional de primer mundo, impulsó definitivamente, una defensoría supuestamente ciudadana para defendernos de las malas conductas de los tres poderes que integran un gobierno medianamente civilizado de acuerdo con el genio de Montesquieu.
6.1.- Supuestamente las comisiones de derechos humanos en México reconducirían a las instituciones nacionales hacia un comportamiento de simplicidad humana, donde todos estaríamos protegidos en un Estado de Derecho.
7.- Asuma el ciudadano su alta responsabilidad como habitante de esta NUESTRA CASA POBLANA, opinando sobre la utilidad o inutilidad de la comisión de Derechos Humanos, misma que como la CAIP nos cuesta millones de pesos por no funcionar ni tan siquiera en un caso de simple represión jurídica, como fue la muerte del combatiente social de 90 años Delfino Flores Melga, el cual al caerse de la litera falleció días después, pues no obtuvo una elemental reclusión domiciliaria, como la gozan decenas en toda nuestra Patria de grandes saqueadores en millones de dólares, o delincuentes del tipo terciario. ¿Sirve para algo la comisión estatal de derechos humanos?.
8.- Como abogado de rancho admito mi dolencia moral al señalar que algunos miembros del poder judicial de nuestra Matria, se exceden en sus actos de corrupción al vender a incautos o ignorantes abogados sus sentencias primarias, ignorando el dador $$$, que la contra parte combatirá dos veces más o quizás 3 la sentencia que no lo beneficia.
8.1.- Que el secretario que diseña o articula acuerdos y sentencias se encuentra actuando aunque sea solitariamente bajo la misma cuerda corruptiva. Afortunadamente “no todo está podrido en Dinamarca” (Hamlet), lo que algún día como institución debe ser purificada de esos malos elementos.
9.- Mencionar al instituto electoral poblano que convoca, organiza, colegia, y califica nuestras elecciones, me parece ocioso toda vez que su parcialidad absoluta al cumplimiento de órdenes superiores me parece hasta excesiva, pues conozco la brillante inteligencia del que rige los destinos poblanos actualmente.