El concepto marinista de “gobierno de nueva generación” quedó hecho añicos por una burocracia impune que maneja dependencias y cada que quiere deja en ridículo a las autoridades.
El ejemplo más claro se vive en la desastrosa Secretaría de Salud, donde por lo visto la escoba debe usarse en todos los rincones ante la proliferación de víboras prietas.
Y es que con fecha del 19 de junio del 2008 a las 10.00 horas se reunió al personal de la Dirección de Administración y Finanzas, a cargo de Luis Miguel Patricio Viñiela y Reyes para, entre otras cosas, establecer un convenio interinstitucional con el Instituto Hellinger de Holanda, a través de la firma mundial Visión Sistémica.
Para llevar a cabo la formalización del acuerdo se giró el oficio con fecha 22 de agosto para la Unidad de Asuntos Jurídicos con el número DFA/UCA/188-2008 en el cual se le pide la colaboración para suscribir el convenio.
No hubo respuesta inmediata. Después de cuatro visitas al área es hasta el 3 de septiembre a las 13.00 horas que se comunica con la Unidad de Capacitación y Adiestramiento Francisco Mayoral Juárez para ostentarse como el facultado para la revisión del convenio.
Se entrega el 4 de septiembre a las 16.30 horas una serie de requisitos imposibles de recabar en el momento y todavía a las 23.30 horas, doce horas antes de la firma de acuerdo, un último requerimiento. Los representantes de Hellinger, Holanda, ya venían en camino exclusivamente para la firma.
A las 16.00 horas del 4 de septiembre, Luis Patricio Viñuela y Reyes se comunica con la doctora Norma Márquez para amenazarla que si el documento no estaba formalizado por la Unidad de Asuntos Jurídicos no acudiría nadie a la firma del documento.
Y en efecto, el acuerdo no se formalizó, lo que implicaría la cancelación de esquemas de mejora de calidad en los sistemas de capacitación para los trabajadores del sector salud.
La doctora se pregunta ¿cómo se integra el respeto y la dignidad a los que creen en proyectos para el desarrollo del personal de la dependencia?.
“Ofrende la actitud prepotente y vaga de entendimiento que lacera el trabajo de un equipo que está presente y forma parte de la Secretaría”, establece en carta dirigida al gobernador Mario Marín.
Se trata pues de la vieja generación que pretende por todos los medios obstaculizar mejoras en las relaciones laborales.
¿Y así quieren retener Casa Puebla?.
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