El 1 de abril de 2004 Google lanzó Gmail y casi de inmediato cambió la forma en que utilizamos el correo electrónico.
Gmail logró la difícil hazaña de mantenerse por delante de la competencia en términos tecnológicos mientras crecía para convertirse en el servicio de correo electrónico más grande del mundo.
Con más de 500 millones de usuarios, el servicio de correo de Google es más que un servicio para muchos, es casi una religión. (Como prueba basta ver las actualizaciones de estado en cualquier red social durante una interrupción de Gmail).
Pero este servicio de correo no nació en los días pioneros del correo electrónico, tampoco fue el primer servicio en volverse de uso común. Luego, ¿por qué es tan dominante ahora?
Es porque Gmail resolvió los más evidentes problemas del e-mail, comenzando con el almacenamiento y la búsqueda.
Durante años, Gmail aplastó a los rivales con todo ese gigabyte de almacenamiento que ofrecía. Cuando Yahoo finalmente se vio forzado a reaccionar, brindaba unos míseros 100 megabytes en respuesta.
La búsqueda de Gmail fue una revelación. Tener el poder de la búsqueda web de Google en tu bandeja de entrada no solo hizo la vida más fácil, sino que nos ahorró tiempo.
Pero no se limitó a disfrutar del momentum de tener un producto revolucionario. Gmail ha mantenido su estatus como el más innovador, incluso después de alcanzar un estatus dominante e inconmovible.
El servicio atendió muy en serio la experiencia móvil incluso antes que existiera el iPhone de Apple. Añadió funciones centradas en el usuario, como el guardado automático para mensajes de correo inconclusos y la bandeja de entrada prioritaria, que identifica automáticamente los correos electrónicos más importantes. Y lo más importante, ha integrado Gmail con el resto de los servicios de Google.
El chat, la agenda y las aplicaciones de productividad de Google nacieron como parte de Gmail. En los días previos a Android, Chrome y las aplicaciones, Gmail era la intersección de todas las cosas de Google, incluso más que el propio motor de búsqueda.
Este correo nunca ha sido un producto estático, y sus actualizaciones se dan en las dos formas: en un fluir de pequeños ajustes o un gran debut de nuevas funcionalidades de envergadura. Esto ha jugado un papel vital para ganarse el favor de sus usuarios. El servicio nunca se siente anticuado o deficiente.
Y cuando Google se da cuenta de que los usuarios desprecian algún aspecto del servicio, no ha tenido miedo de hacer cambios.
¿No ha tenido problemas?
Dicho esto, los 10 años de Gmail han tenido también su dosis de momentos difíciles. Los rediseños no siempre han sido bien recibidos, y la nueva bandeja de entrada con pestañas que agrupa los correos en distintas categorías ha confundido a algunos usuarios.
La privacidad también ha sido motivo de preocupación, sobre todo con el desastroso intento en febrero de 2010 de lanzar Buzz, una red social dentro de Gmail. Google también metió la pata con un cambio en sus términos de servicio en 2012, que redefinió la forma en que puede utilizar los datos que recoge a través de Gmail y otras aplicaciones.
Pero hay que reconocerle sus méritos. Google al menos ha intentado ser transparente acerca de la información que recopila de Gmail y la forma en que difunde la publicidad entre sus usuarios.
¿Servicios como Microsoft Exchange y BlackBerry Mail han brindado una mayor confiabilidad y seguridad? Sí. Pero Gmail ha procurado no quedarse atrás, y ofrece más funciones que las que necesitan los usuarios ordinarios de correo electrónico.
El correo electrónico es quizás la parte menos agradable de Internet, y que Gmail haya hecho que la experiencia sea menos aterradora dice mucho acerca de por qué es una parte integral de muchas de nuestras vidas.
Fuente: CNNExpansión