22-11-2024 09:40:46 PM

Empresas mexicanas sufren con Cristina y Maduro

El creciente riesgo político en Venezuela y el aumento en la inflación, aunado a las restricciones a la convertibilidad de dólares en Argentina amenazan las operaciones de empresas de origen mexicano que tienen operaciones en estos países.

Tal es el caso de al menos 36 compañías entre las que las que destacan: Coca-Cola FEMSA, Grupo Aeroméxico, Grupo Omnilife, Metalsa, Softtek, Grupo Bimbo y Mexichem.

Mientras que en Argentina también están presentes Alfa, Grupo Carso, Alpek, Alsea, América Móvil, la embotelladora Arca Contal, CIE, Coppel, Grupo México y Genomma Lab, donde enfrentan el problema de no poder sacar las divisas del país sudamericano a menos que exporten otro tipo de productos y cuenten con autorización del Gobierno de Cristina Fernández.

Para Coca Cola FEMSA, la mayor embotelladora de América Latina, las ventas en Venezuela y Argentina representan entre 7% y 8% de su flujo operativo consolidado (EBITDA), según estimaciones de Citi Research.

Manuel Valencia, director de los Programas Académicos de la Licenciatura en Negocios Internacionales del Tec de Monterrey Campus Santa Fe, considera que FEMSA tiene a su favor el hecho de que los productos que comercializa son de primera necesidad, por lo que el Gobierno venezolano estaría interesado en garantizar su distribución.

“Afortunadamente FEMSA opera con un producto que es parte del bienestar de la población y me refiero en general a todas las bebidas embotelladas a los jugos y a las aguas. Venezuela tiene que ser lo suficientemente inteligente para cuidar el abasto de estos productos. Es una ventaja”.

No obstante, advirtió que si el conflicto social empeora, se podría atacar directamente el consumo de la marca Coca-Cola, por considerarla una marca del “imperialismo yanqui”.

“Es una marca del imperio norteamericano del que tanto habla Nicolás Maduro, lo que la convierte en una bandera política muy importante”.

En Venezuela también se operan Vitro, Mabe, Grupo Xignux, Grupo Kaltex e ICA.

Por su parte, Cemex, la mayor productora de cemento en América Latina, ya recibió el pago de 600 millones de dólares (mdd) por parte del Gobierno venezolano por la expropiación de una planta en 2008, para lo cual recurrió a un arbitraje internacional ante el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones.

Cemex estaba analizando su regreso al mercado venezolano mediante la compra de plantas o con nuevas instalaciones, sin embargo no lo haría hasta que mejore la situación económica de este país.

En el caso de Grupo Bimbo, cerca del 5% de sus ventas provienen de Venezuela y Argentina, donde se encuentra ante la misma problemática de FEMSA de no poder subir sus productos, pues ambos gobiernos tienen una política de precios controlados.

“Tanto FEMSA como Bimbo tienen poco margen de incremento porque el Gobierno inmediatamente podría controlarlos. Las empresas venden en bolívares o pesos argentinos y no los dejan trasladarlos a dólares tan rápido como lo necesitan. Entonces, reducen sus plazos de crédito, si antes vendían a 45 días empiezan a hacerlo a 30 para no jugar con la incertidumbre”, agregó Valencia.

En tanto, Alsea tiene 144 restaurantes en Argentina, donde tampoco puede sacar del país sus ingresos en efectivo, sino que tiene que hacerlo a través de la exportación de algún producto argentino.

Gruma opera 15 plantas de manera conjunta con el Gobierno venezolano a pesar de que en 2010, Hugo Chávez expropió sus filiales Molinos Nacionales (Monaca) y Derivados de Maíz Seleccionado (Demaseca).

Expertos apuntaron que el fabricante de productos derivados del maíz, ya aprendió a negociar con los sindicatos y trabaja muy de la mano con el Gobierno venezolano, lo que lo pone en una posición ventajosa antes el entorno político.

Fuente: CNNExpansión

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