El año pasado, gracias a los buenos oficios conjuntos de los gobernadores de Puebla y Tlaxcala, se hizo acreedora al contrato de construcción de la autopista Cuapiaxtla-Cuacnopalan y la ramal a Ciudad Serdán, con una longitud de más de 63 kilómetros y un costo superior a los mil 662 y medio millones de pesos.
La obra fue financiada con recursos de la empresa a través del tan socorrido y sumamente ambiguo esquema de los Proyectos de Participación Social (PPS), a cambio de una concesión para administrar la vía por 30 años, hasta el 2043.
En el 2011, Oceanografía fue considerada en la lista de empresas “privilegiadas” que se encargaron de proyectos de obra pública que formaron parte de los festejos del 150 aniversario de la Batalla de Puebla.
El gobierno del estado le asignó el contrato OP/LPN/SI-20110336, correspondiente al “Proyecto Integral de Imagen Urbana del Corredor Turístico Cultural”, ubicado en el Centro Cívico 5 de Mayo, con un costo de $70’994,352.74.
El año pasado, Oceanografía se hizo acreedora al contrato OP/ADE/SI-20130036, correspondiente a la “Construcción de la Plataforma de Prueba Piloto y de Relleno Estructural de la nueva planta Audi” en el municipio de San José Chiapa, con un costo de $5’131,719.54.
Más allá de lo jugoso de los contratos otorgados por el gobierno del estado, lo interesante del caso Oceanografía es la forma por medio de la cual la empresa consigue hacerse de proyectos de obra pública en todo el país.
Según la propia SFP, existen irregularidades importantes en contratos asignados con PEMEX, que van desde el incumplimiento en las fianzas a pagar por los montos de los contratos asignados, hasta modificaciones de contratos que elevaron sustancialmente los costos originales de los proyectos.
La dependencia federal calcula que las afectaciones al erario son del orden de los 3 mil 400 millones de pesos.
¿Habrán cumplido en Puebla?
¿En cuántos millones se habrá visto afectado el erario estatal por estas modificaciones “contractuales” que encarecen la obra pública que realiza Oceanografía?
¿Quién o quiénes han sido los beneficiados?
No es la primera vez que la empresa está en el ojo del huracán.
En tiempos de Vicente Fox, gracias al cabildeo de Manuel y Jorge Bribiesca, hijos de Martha Sahagún y de Guillermo, hermano menor de la ex Primera Dama del país, Oceanografía recibió jugosos contratos de PEMEX que aseguraban la realización de obra pública más allá de la duración del mandato presidencial de Fox.
Se trata de contratos asignados de manera directa, sin licitación, por un monto de 3 mil 600 millones de pesos y con vigencia hasta 2008 y hasta 2010.