En los últimos años en México se progresa en torno a la información que deben contener las cajetillas de cigarro, sin embargo aún distamos de las más avanzadas recomendaciones de foros internacionales.
¿Algún día nuestra legislación obligará a que en territorio nacional las cajetillas de cigarros sean genéricas?
En el artículo Advertencias sanitarias de la Fundación Interamericana del Corazón México se hace una recopilación breve, pero completa, a través de la cual podemos contextualizar el asunto de las cajetillas genéricas de cigarros, en virtud de estudios y recomendaciones internacionales. Veamos algunos puntos.
De acuerdo con el documento Evaluation of the Effectiveness of the Graphic Health Warnings on Tobacco Product Packaging 2008 (bit.ly/1cPD7X6), supimos que sí hay evidencia en estudios en el sentido de que entre más grandes e ilustrativas sean las advertencias en las cajetillas de cigarros, hay mejor respuesta para que los fumadores dejen de fumar y los no fumadores no se inicien o posterguen su inicio en dicho consumo.
Por otra parte, en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco (bit.ly/1a84Ykz) se definieron los criterios informativos de los empaques y envases de los productos de tabaco, entre ellos los referentes a las advertencias sanitarias que describan los efectos nocivos.
En noviembre de 2008 la Conferencia de las Partes (CP) estructuró las Directrices para la aplicación del artículo 13 (Publicidad, promoción y patrocinio del tabaco) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (bit.ly/KqSuuM), en este documento se va más allá de las recomendaciones que deben observar los empaques de los productos de tabaco.
A partir del 1 de enero de 2012 en Australia las cajetillas de cigarros circulan sin logotipos y con advertencias sobre los riesgos para la salud, conforme a la recomendación de las Directrices que indica la conveniencia de que: “El empaquetado, los cigarrillos sueltos y otros productos de tabaco sueltos no deberían llevar publicidad ni promoción, ni siquiera rasgos de diseño que den atractivo a los productos”.
A la par de la medida adoptada por el gobierno australiano, la semana pasada se dio a conocer la inquietud de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), dependiente del Ministerio de Salud de Brasil, el mayor exportador de tabaco, de implantar las medidas para que las cajetillas de cigarros sean genéricas, es decir, sin marcas ni colores distintivos.
Las iniciativas de reforma se han topado con demandas millonarias y recursos legales interpuestos por las grandes compañías tabacaleras, que generalmente desembocan en largos y costosos juicios. Esto hace difícil el camino, no obstante los esfuerzos internacionales por avanzar en medidas que repercutan en la disminución de los índices de fumadores.
En México, país con 14 millones de fumadores, en el 2008 se publicó la Ley General para el Control del Tabaco para prohibir el consumo de cigarros en espacios cerrados; y un año después se publicaron disposiciones relativas a las especificaciones de las imágenes y la información que deben contener las cajetillas de cigarros.
Indudablemente en nuestro país ha habido avances, pero aún falta mucho.
Es conveniente recordar las palabras de la fiscal general australiana Nicola Roxon, citadas por CNN México, después de conocer el fallo que aprobó las restricciones a los contenidos de las cajetillas de cigarros: “El mensaje al resto del mundo es que las grandes compañías de tabaco pueden ser desafiadas y vencidas… sin gobiernos valientes dispuestos a combatir a las grandes compañías, todavía nos tendrían creyendo que el tabaco no es dañino ni adictivo”.
¿Habrá en México las condiciones expuestas por Roxon para avanzar en pos de cajetillas genéricas de cigarros?
Los legisladores federales y las autoridades sanitarias tienen la palabra.