Y un primo político (Manuel Sandoval, nuevo Secretario Administrativo) del anterior rector, encargado de toda la obra pública de la BUAP durante 3 mil 285 días y que además hizo de las adjudicaciones un próspero negocio.
Ellos representan lo que analistas y medios de comunicación de Puebla han llamado “Los Nuevos Operadores de Alfonso Esparza en la BUAP”.
En los hechos, ya no está físicamente Enrique Agüera en la institución, pero el espíritu del agüerismo se pasea por los pasillos del Carolino, Ciudad Universitaria y el Complejo Cultural Universitario.
Estaba claro que el operador directo del anterior rector, Damián Hernández, no estaría en ninguna nueva posición, pues siempre supo que su ciclo se había agotado desde que Enrique salió a la candidatura del PRI a la alcaldía poblana.
Trascendió que se impuso un veto desde el poder, trasmitido por Eukid Castañón a Alfonso Esparza, sobre el operador político de Agüera, aunque ahí está un hombre cercano a ellos: Sergio Díaz Carranza, nuevo director de Educación Media Superior.
Sin duda no fue fácil para el rector Esparza estirar la liga de la complacencia con el pasado y la ruptura que le exigían.
Todavía pasará mucho tiempo para que empecemos a ver el nuevo perfil de la institución que le imprimirá con su sello, pero hoy no se observa en el gabinete una consistencia propia. Hay chispazos de autonomía, pero sólo eso.
Tampoco hay que dramatizar, pues origen es destino para Esparza.
Lo cierto es que las posiciones claves recaen en hombres cercanos a Alfonso, pero su crecimiento y proyección, incluso el lugar donde están, se lo deben a Enrique.
@AleMondras
