Pues con la novedad de que sigue la mata dando.
Y Miguel Ángel Huepa, capo más reciente de esta perversa mafia, es el principal beneficiado.
La estructura de corrupción implementada al inicio de su trienio funciona con la precisión de un reloj suizo y aunque oficialmente él ya no es el presidente municipal, se le entregan puntualmente los jugosos dividendos.
Y como la administración está próxima a terminar, la urgencia de hacerse de recursos es todavía mayor.
Un ejemplo claro de lo anterior es la construcción del Condominio Residencial Los Agaves, ubicado en Camino Real Santa Clara Ocoyucan No. 95, en San Bernardino Tlaxcalancingo, en San Andrés Cholula, el cual tiene un amparo indirecto, Único Nacional: 11361266, Número de Expediente Asignado: 44/2012, Número de control Oficina de Correspondencia Común: 000450/2012, en el Juzgado Primero de Distrito del estado de Puebla.
Este desarrollo se está construyendo y fraccionando sin los estudios correspondientes y necesarios que exigen las autoridades, no sólo del municipio, también las del gobierno estatal.
No hay análisis de uso de suelos, estudios de factibilidad y mucho menos los permisos correspondientes.
La nueva área residencial en construcción era de 16 casas en un inicio, pero autorizaron dividir el proyecto, y en cada una de las fracciones se tendrán 8 casas, violando lo establecido en la Ley de Fraccionamientos y Acciones Urbanísticas del Estado de Puebla.
La historia, faltaba más, está sazonada con el apestoso tufo del tráfico de influencias.
Resulta que el dueño del proyecto es el arquitecto José Manuel Ponce de León Álvarez, marinista consumado que fuera Coordinador Técnico Operativo del SOAPAP en el sexenio pasado.
Ahora este personaje se jacta y se llena la boca de argumentar a quien se oponga en su negocio que tiene compradas a las autoridades, pues una casa y mas de 500 mil pesos fueron entregados de forma personal a un alto funcionario de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, evitando así los molestos trámites.
Quien facilita todo lo referente al ámbito municipal es la arquitecta Jeanette Rivera Martínez, quien funge como Directora de Planeación Urbana Sustentable en San Andrés y que ocupaba el cargo de Coordinadora Estatal del Programa de Vivienda en la delegación Puebla de SEDESOL, en tiempos de Miriam Arabián.
En la recta final del trienio, la funcionaria, acompañada de Hiram Méndez, uno de sus incondicionales, ha hecho famosas sus visitas a los dueños de las empresas que pretenden construir en la zona, apenas un par de días después de que presentan la documentación requerida para realizar los trámites correspondientes.
El mensaje es clarísimo y no deja lugar a dudas: “si quieren licencias de construcción hay que entrarle con una lana”.
Las cuotas van de los 50 mil pesos, por una gasolinera, conjunto de casas o fraccionamientos hasta los 500 mil si se trata de algún edificio o ampliación para desechos tóxicos.
Así nomás.
Por cierto, Rivera Martínez ya se mueve para repetir en la próxima administración o por lo menos dejar en el cargo a algún incondicional, para heredar el negocio a los que llegarán a partir de febrero.
Y es que el nuevo alcalde, Leoncio Paisano, necesita conocer el “know-how” de tan rentable negocio, aunque tiene en su hermano Guillermo, ex edil, a uno de los más avezados maestros en el arte de la corrupción.
Ahí están los expedientes como botón de muestra.
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