El coordinador Jaime Alcántara ni ataba ni desataba. Tenía al despacho AR Consultores, recomendado por Alejandro Armenta Mier, como el responsable de generar la estrategia de movilización y verificación de estructuras de partido.
Ernesto Julia, del despacho ipolitics del DF, era el encargado de las redes sociales del candidato.
Víctor Serrano, el español del despacho Wish & Win, era el estratega de la campaña. La dirección de Imagen y Marketing recayó en Luis Rossano.
Al principio contrataron a Juan Carlos Limón (By Power Media), vinculado al grupo Estado de México y ex operador de la estrategia de Javier López Zavala en el 2010, pero Rossano decidió que estaba fatal y lo sacaron del proyecto. Pésimo error, ya que el único problema que tenía su publicidad era la fotografía, lo demás estaba bien realizado.
A partir de ahí, Luis Rossano toma la decisión de cambiar de campaña por la de “Futuro se escribe con Ü” junto con Víctor Serrano de Wish & Win, la cual estaba peor producida que la primera y, además, carecía de razones de voto.
La tercera campaña que salió de Ü la trató de enderezar Carlos Alazraki, enviado desde el DF para apoyar la pésima estrategia de Rossano y Víctor Serrano. Pero nuevamente se negaron y ellos realizaron la última que invitaba a votar en familia.
Rossano era tan chingón que con su equipo de Gii360 interpretaba los trackings quincenales que le mandaba Rodrigo de las Heras, de Demotecnia. Algunas veces hasta inventaban sondeos como el de El Universal.
Para el debate y oratoria se contrató al español Yago de Martha, experto en la materia. Él durante toda la campaña se reunía una vez por semana con Ü y lo capacitaba para hablar ante los medios y auditorios.
Para preparar a Agüera en el debate le cobró 60 mil dólares.
Para la confrontación de ideas con el candidato Tony Gali, los principales asesores de Agüera fueron Damián Hernández, Luis Rossano y Francisco Ramos, los cuales decidieron lo que el candidato diría, el tipo de ropa que usaría y la imagen que reflejaría.
Jaime Alcántara, como responsable de organizar con Fernando Manzanilla el debate para cada candidato, jamás fue a revisar el espacio donde se realizaría el encuentro. No checó las luces, altura de micrófonos y el Framing. El final lo sabemos todos.
Al no revisar los espacios del debate, todas las tomas y la iluminación fueron un fracaso.
Otro responsable de la operación directa fue Francisco Ramos, de quien ya se hizo referencia de su desastroso papel como operador electoral de Agüera.
Víctor Gabriel Chedraui también tuvo su participación. Junto con El Yuca y el grupo Mérida, enviado de Ivonne Ortega, eran encargados de la verificación y validación de la estructura del PRI.
A ellos se les pide auditar el programa de Moreno Peña. Sobra decir que nomás le bajaron dinero al candidato, quien una vez recriminó a su equipo los millones de pesos entregados para operar y al final los medios lo ponían derrotado.
Si usted busca alguna candidatura, por favor, aléjese de estos estrategas, buenos para nada.
@AleMondras
