Hace algunos años, con el avance exponencial de Internet, se presagiaron tiempos de progreso y espacios alternativos sustentados en la educación permanente para el ejercicio del pensamiento.
Más tarde los sitios web que operan bajo el modelo de redes sociales refrescaron la web 2.0 y parecieron confirmar que los seres humanos podíamos establecer relaciones más estrechas y benéficas.
No obstante lo anterior, pregunto: ¿Por qué la preferencia por Facebook podría estar marcando un serio retroceso en el desarrollo virtual e intelectual de los mexicanos?
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) el año pasado se alcanzó la cifra récord de 45.1 millones de cibernautas mexicanos, supimos que casi el 30% de aquellos se encuentran en el rango de 25 a 44 años, que en conjunto prefieren navegar los viernes y que están permaneciendo diariamente en el ciberespacio alrededor de 5 horas.
La íntima relación con Facebook está registrada como una de las tres principales actividades online que realizan los mexicanos: Enviar/recibir mails (87%), búsqueda de información (84%), Acceder a redes sociales (82%), además de Enviar/recibir mensajes instantáneos (61%).
Sumado a lo anterior, el pasado julio el estudio TheCompetitiveIntelligenceUnit (CIU) reveló que en México Facebook acapara el 58% de los registros de redes sociales y tiene a 96% de los internautas registrados. Twitter concentra un muy distante 24% de los registros.
Por otra parte, hay dos elementos importantes que podrían tener relación.
De acuerdo con publicaciones como la revista norteamericana Seventeen, Facebook se ha convertido en el principal vehículo para que los jóvenes norteamericanos consigan pareja.
Aunque en nuestro país no existen estudios tan específicos, el comportamiento reflejado por Seventeen revela una realidad que podría equiparar a los cibernautas mexicanos.
De acuerdo con la red global de encuentros en línea Amistarium.com – Datanta.com la nacionalidad que más usa Internet para encontrar pareja es la mexicana, los españoles ocupan el segundo y los colombianos el tercero.
Por si fuera poco, esta semana el Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial ha señalado que entre las nuevas adicciones que afectan el rendimiento laboral hasta en 37%, se encuentran el uso de redes sociales como Facebook y Twitter.
Es relevante mencionar que no sólo en México se está presentando un fenómeno que diferencia el uso y perfil de los usuarios entre Facebook y Twitter.
Twitter ha sido calificado de elitista en más de una ocasión porque el perfil formativo y económico de sus usuarios es elevado comparado con los usuarios de Facebook. Mientras en Twitter se privilegia la brevedad y sustancia del mensaje, en Facebook se privilegia el contenido visual, la vida social y personal de los usuarios.
Al mayúsculo mensaje visual de Facebook –aquí no pierda de vista las reflexiones de Giovanni Sartori sobre la desgracia en el desarrollo intelectual del hombre actual cuando sustituye la lectura por la estimulación visual mediática- habrá que agregar sus múltiples aplicaciones, juegos y test sobre la vida personal propia y de nuestros amigos.
En términos generales la banalidad es una característica de Facebook y un enorme desperdicio del tiempo que invierten los usuarios mexicanos en esa red social.
La anterior afirmación la hago sin olvidar usos nobles, proyectos novedosos y valientes al seno del gigante ideado por Zuckerberg; también la hago sin soslayar que sería un suicidio virtual para quienes difundimos nuestros contenidos en Internet mantenerse al margen de Facebook.
Es importante que los mexicanos hagamos un serio examen de conciencia y veamos que mientras nuestra afición a Facebook crece a ritmo acelerado, otros hábitos positivos, como la lectura, no levantan.
¿Está de acuerdo conmigo en que nuestra preferencia o adicción a Facebook es un signo de retroceso?
