El desempleo en el país es de casi tres millones de personas; hay 14 millones que se desempeñan en la economía informal; aunado a ello están otros millones que se encuentran en situación “crítica”, es decir, que pueden ser sujetos de un ajuste o requieren de otro empleo para incrementar sus ingresos.
El mercado mexicano no es lo suficientemente fuerte para crecer y generar las plazas que cada se requieren; y las que hay no garantizan un ingreso económico adecuado para cubrir las necesidades básicas de la familia.
Además, entre los millones de mexicanos sin trabajo o subempleados hay profesionistas o gente con experiencia, y que en ocasiones desempeñan actividades ajenas a su profesión y mal pagadas.
Aún así, México, en particular, constituye ahora un atractivo para quienes enfrentan la crisis económica del viejo continente.
Jóvenes españoles, en particular, que están sin trabajo en su país empieza a migrar hacia el continente americano, y es notoria su presencia en tierras mexicanas, ya sea para buscar un empleo o para desarrollar una actividad lucrativa.
Incluso prefieren emigrar hacia el otro lado del mundo, pese que tienen la posibilidad de transitar en cualquier nación de la Unión Europea.
No todos llegan a la capital del país, y varios de ellos vienen con alguna recomendación o definitivamente vienen “a ver qué encuentran”.
Desde el año pasado empezó a registrarse un aumento en los solicitantes de empleo por parte de extranjeros, según apuntan algunos empleadores. Destacan los jóvenes españoles, con poca o nada de experiencia laboral, pero que son parte del 50 por ciento de ese segmento de la población hispana que está desocupada por la crisis en su país.
Ha habido épocas en las que por diversas razones se ha registrado el arribo de miles de extranjeros a nuestro país, sobre todo sudamericanos.
Incluso, el Instituto Nacional de Migración (INM) afirma que se registra un fuerte incremento en las solicitudes de la forma FM3 para trabajar en el país, tan sólo en el último año se otorgaron poco más de 41 mil permisos, aunque la demanda fue superior.
Lo solicitantes son sudamericanos, además de españoles, franceses e ingleses.
Un dato que sobre sale en Puebla, según datos del Inegi, es que hay 24 mil 76 extranjeros residentes, de los cuales el 71 por ciento son estadounidenses, seguidos por europeos (alemanes y españoles), y el resto son sudamericanos. La mayoría trabaja y en menor número son estudiantes.
No se trata de impedir el empleo a extranjeros ni de caer en extremos nacionalistas, pero el filtro debiera estar en los empleadores al momento seleccionar al personal, a partir de la preparación y experiencia, que dé preferencia a los mexicanos quienes ocupen las plazas disponibles.
