Sólo se podrá tener acceso a los recursos mediante convocatorias públicas o por asignación directa de proyectos.
Las nuevas reglas de operación del Fondo Pyme fueron dadas a conocer por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer); el fondo será operado por la Secretaría de Economía (SE) y se trata de beneficiar a las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes).
Del documento publicado en el Diario Oficial de la Federación la semana pasada, destaca: menos burocracia, más simple el trámite, es más abierta la forma de obtener recursos.
Un punto relevante es que se resta influencia a los organismos intermedios que antaño eran los únicos que podían bajar los recursos del fondo pyme.
Según se sabe hay (había) mil 200 organismos intermedios registrados, y en su momento eran el filtro para decidir cuáles proyectos merecían gestionarse ante la SE para lograr el financiamiento.
Entre dichos organismos están cámaras empresariales, asociaciones o universidades
Ahora será un Consejo Directivo, integrado por especialistas en diversos ámbitos quienes evaluarán los proyectos que presenten los empresarios, organismos o gobiernos y que se ajusten a las convocatorias emitidas, el proyecto aprobado no podrá ser financiado por más de tres años.
Es decir, los proyectos podrán presentarlos las empresas de forma directa o bien un organismo intermedio, y también los gobiernos estatales, en cualquiera de los casos los proyectos deben ser estratégicos para un sector o para una región.
Aún más para evitar cualquier problema con el dinero, el depósito se hará vía electrónica, y de esta forma habrá un estricto control de quien entrega el recurso y de quien lo maneja, con su posterior comprobación.
Los apoyos serán canalizados por el sector público y el privado, bajo un estricto programa de operación, seguimiento y evaluación, en cada una de sus etapas hasta alcanzar el objetivo planteado en el proyecto.
Donde podría darse la verdadera competencia por el financiamiento será en los proyectos que presenten los gobiernos, estatales o municipales, porque si es estratégico para el desarrollo de un sector productivo o de una región, con base en su vocación, entonces podría se considerado en cualquier momento, sin necesidad de responder a una convocatoria.
Por ello dependerá de la capacidad de los involucrados para elaborar el proyecto, y sobre todo de la habilidad para conseguir que el mismo sea lo suficientemente atractivo para que los integrantes del Consejo lo tomen en cuenta y lo aprueben.
En el caso de Puebla, hay varios sectores que bien pueden ser considerados para un proyecto estratégico productivo: textil, alimentos, TI, mármol y automotriz, ya que éstos serían financiados por más de tres años, dado que por su naturaleza requieren de un mayor plazo para ejecutarse.
Ahora el municipio de Chiapa es la “estrella” con el arribo de la planta de Audi, donde se canalizarán la inversión de la armadora alemana y de otras empresas, además de la inversión que harán los gobiernos federal y estatal para respaldar el proyecto automotriz.
No sería extraño que se presentara un proyecto productivo para respaldar aún más Chiapa, vía el Fondo Pyme.
Ningún proyecto es fácil de llevar a cabo, pero con esta nueva orientación del Fondo Pyme son varios municipios o regiones que bien pueden despuntar en los próximos años.
En Puebla, los organismos empresariales, los municipios y el gobierno estatal tienen la oportunidad de trabajar en forma coordinada para proyectos concretos en lugar de bloquearse o ignorarse.
