En Puebla no es fácil hacer negocios; es lento y complejo obtener permisos de construcción, registrar propiedad y, lo peor, es que casi no se pueden cumplir los contratos, concluye el estudio realizado por el Banco Mundial.
En 2009 Puebla estaba en la posición 19, con varios aspectos por mejorar, pero en el reporte de 2012 cae seis posiciones, mientras que otros estados avanzaron en esta materia.
El retroceso de Puebla en competitividad ya lo habían señalado América Economía y la Universidad del Rosario (Colombia), en sus estudios publicados en enero y mayo, respectivamente.
América Economía (AE) coincide incluso con Doing Business en la caída de cinco posiciones en tres años. La revista chilena en 2009 registró a Puebla en el lugar 17 y para este año lo ubicó en el 23.
En su momento, el secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, Pablo Rodríguez Regordosa minimizó el ranking de AE y se ufanó de estar a la espera de Doing Business (DB), pero el susodicho funcionario mantiene silencio y esquiva a la prensa.
Sin embargo, el gobierno morenovallista a través de un simple comunicado se deslinda del serio retroceso en competitividad, y culpa de ello a la anterior administración, al señalar que: “(…) este gobierno tuvo poca injerencia para lograr cambios sustanciales debido a la complejidad y particularidades del tema, pues implica realizar reformas estructurales administrativas y legales así como establecer una vinculación con los tres niveles de gobierno, cámaras empresariales y organismos como el Tribunal Superior de Justicia, que inciden en dicha evaluación. (sic)
Además, el gobierno se justifica al decir que el estudio se realizó entre 2009 hasta los primeros meses de 2011, y que el “último levantamiento (de datos) fue en junio del año pasado”.
Esto último no es así, el mismo reporte de DB en la página del “Contenido” después del índice señala textual: “Los datos publicados en Doing Business en México 2012 están actualizados al 31 de octubre de 2011 (sic).
Así que el nuevo gobierno ya llevaba un buen tramo de ejercicio, con la posibilidad de haber tomado algunas decisiones para hacer competitivo al estado, lo cual no ocurrió.
Incluso, en dicho ranking de DB se advierte que varios de los datos que se manejan fueron actualizados al cierre de octubre de 2011.
En todo el periodo de análisis hubo recopilación de datos, entrevistas con funcionarios, académicos y empresarios, y plazo de réplica sobre la información.
Valdría la pena que el gobierno poblano le preguntara al gobernador de Oaxaca cómo él si pudo hacer cambios y lograr que su estado remontara, al menos, dos posiciones, al pasar del lugar 26 al 24, y ahora supere a Puebla
Y es que también en Oaxaca hubo cambio de administración, y la anterior de Ulises Ruiz tampoco gozaba de muy buena reputación; aún así al nuevo gobernador sí le dio tiempo para incidir en “cambios sustanciales.
Oaxaca registra condiciones socioeconómicas menos favorables que Puebla, y tampoco tiene un desarrollo industrial como el poblano.
Lamentablemente es cierto que Puebla se ha caracterizado por estar en los últimos lugares en competitividad, desde que DB inició con la medición respectiva.
También hay que recordar, en el primer estudio de 2005 la entidad poblana estaba en la posición 28 y remontó a la 19.
En lugar de echar culpas, en lugar de decir yo no fu”, o que no se tuvo tiempo para cambiar la realidad poblana, habría que ver mejor qué fue lo que falló, porqué se retrocedió seis posiciones.
Por cierto, quedó demostrado que Rodriguez Regordosa que no sabe nada del Desarrollo Económico y Competitividad y que no le tienen confianza, pues fue el único funcionario secretario de Economía, de las 32 entidades, que no participó en el estudio de DB.
En la página 159 del citado estudio se señalan los “Enlaces designados por entidad federativa”, y por Puebla aparecen: Lic. Francisco Eduardo Garduño Gonzalo, Director de Normatividad y Mejora Regulatoria de la Sedecap; Ing. Walther Junghanns Albers, director de Desarrollo por una Ciudad Competitiva Ayuntamiento de Puebla, y M.D. José Rafael Velasco Oliver, Jefe de la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Poder Judicial del Estado.
No hay un solo funcionario de la Secotrade, mientras que por parte de las otras 31 entidades sí participaron los titulares de dicha Secretaría o un funcionario de la misma.
Probablemente por ello Pablo Rodríguez evade a la prensa, porque no tiene la menor idea del análisis de DB y mucho menos sabría contestar las razones de la caída en competitividad.
Habrá que espera al análisis que presente DB 2014, para ver si ya el actual gobierno tiene injerencia para lograr la cambios necesarios e imipulsar las reformas que se necesitan en el estado de Puebla.
