31-08-2025 10:41:48 PM

Murió el cronista de Puebla

Por Jesús Manuel Hernández

 

Ha muerto el Cronista de la Ciudad de Puebla. La tarde del sábado 30 de agosto dejó de existir fisicamente el Doctor Efraín Castro Morales, hombre que formó parte de una de las más notables corrientes de defensa del patrimonio edificado y quien fue pieza clave en frenar la destrucción con la llamada por él piqueta clandestina de muchos edificios emblemáticos, como La Casa del Dean, o la conocida como Casa Montoto en la 3 poniente, entre muchas otras.

Efraín Castro Morales se mantuvo activo 56 años como Cronista Vitalicio de la Ciudad de Puebla, un título honorífico dado por el Ayuntamiento de Puebla, se lo otorgó Carlos J. Arruti, en 1969, entonces Presidente Municipal de Puebla.

Efráin Castro, médico de profesión, se abrió camino en la historia por sus investigaciones sobre la vida de Pedro López de Villaseñor, el autor de la “Cartilla Viexa”.

Sus trabajos le llevaron a ser solicitado por la Presidencia de México en el tema de la historia del Palacio Nacional, y fue junto con otros poblanos, como García Moll y Gastón García Cantú, parte de la estructura del INAH.

Conocí a Efraín Castro en 1975, cuando yo era reportero de El Sol de Puebla, y me dieron como “fuente de información”, la delegación del INAH, debido a que los reporteros de la época no pudieron nunca entrevistar a Castro Morales.

Muchas anécdotas vienen a la memoria. La primera, el acercamiento al doctor Castro en el Café Aguirre donde acostumbraba llegar un poco antes de las 9 de la noche a tomar un café, cargando libretas y libros y no permitía que nadie lo interrumpiera.

Pero una noche me apersoné y le pedí una entrevista sobre el convento de Huaquechula, pretendía hacer un reportaje para el suplemento dominical de El Sol de Puebla.

Me dio cita días después en el mismo sitio, el Café Aguirre de la 5 de Mayo y de ahí nació una muy buena amistad y una especie de “complicidad” para denunciar a la piqueta clandestina. Después del café nocturno salíamos a caminar buscando camiones de volteo que estuvieran sacando escombro, tomábamos fotografías y a los pocos días, aparecía el reportaje en las páginas del periódico denunciando el derrumbe clandestino con la historia de la casa, gracias a los datos aportados por Efráin Castro.

Algunas veces viajamos a la Sierra Norte en misiones similares, intentando descubrir el saqueo del patrimonio edificado.

Por aquellos años Castro Morales ya era un reconocido investigador por universidades alemanas, entregaba sus escritos y los traducían para documentar la historia de la Ciudad de Puebla y de otras entidades. Cobraba, me contó un día, 50 dólares por cuartilla, una cantidad, extraordinaria para esos tiempos.

Efraín Castro se mantuvo al margen de la creación del llamado “Consejo de la Crónica de la Ciudad de Puebla”, después ampliado al Estado.

Un grupo de investigadores le pretendió arrebatar el título de Cronista Oficial de la Ciudad de Puebla, vitalicio, es decir, tenía la exclusividad de tomar nota de los hechos del gobierno municipal para su relatoría y posterior publicación.

El interés era, por supuesto, evitar las denuncias de Castro Morales sobre los errores de las administraciones municipales.

Fue entonces cuando surgió la separación con Pedro Ángel Palou y otros historiadores quienes crearon el Consejo de la Crónica, ahí entraron todos los que contaran con un padrino político o académico, hubieran publicado algo o no.

Con el paso de los años Efrían Castro Morales llegó a ser el Secretario de Cultura del Gobierno de Puebla, con Mariano Piña Olaya quien acostumbraba invitar a su gabinete a tertulias en Casa Puebla. Mariano preguntaba “Tú arquitecto… ¿cuál es tu gracia?” y el titular de obras públicas cantaba alguna canción. Otros contaban chistes y un día la pregunta fue para Castro Morales: “Haber tú Efráin ¿cuál es tu gracia?” y el titular de cultura le respondió “yo escribo señor gobernador, y escribiré de lo que usted haga o deje de hacer”.

A los pocos días Efráin Castro hacía maletas para volver a sus investigaciones en la Ciudad de México.

Al cabo de los años fue creando un acervo incalculable, fotografías antiguas de México, especialmente de Puebla, cartas de puño y letra de personajes como Sor Juana, grabados, libros, muchos libros; quizá todo su acervo dé para un museo, me comentó un día frente a un plato de Chiles en Nogada, acostumbrábamos comer en agosto, las primeras veces en casa de su mamá, en la 11 sur, donde llegaban algunos amigos comunes; después en otra casa por el rumbo de la 14 oriente. Muchas anécdotas.

Entre ellas Efraín Castro Morales siempre me sostuvo que tenía mucha información recabada para presentar un documento sobre la destrucción del patrimonio edificado de Puebla y otras ciudades, con nombres no solo de los dueños, de los arquitectos, ingenieros, funcionarios del INAH y autoridades municipales.

Ojalá sus herederos, hayan recibido esas investigaciones y sean publicadas postmortem, esa sería la mejor jugada del doctor Efraín Castro Morales, Cronista Oficial y Vitalicio de la Ciudad de Puebla.

O por lo menos, así me lo parece.

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