04-08-2025 09:17:08 AM

A pedazos, se cae el PAN de Riestra

Por Valentín Varillas

 

La renuncia de Jorge Aguilar Chedraui a la Comisión de Planeación del PAN poblano no es poca cosa.

Se trata de un auténtico misil que impacta de lleno a la línea de flotación de la actual dirigencia del partido en la entidad.

Y es que, si bien en lo público el ex secretario de Salud del gobierno de Moreno Valle cumplió a cabalidad con los protocolos básicos de la cortesía política, al argumentar que su salida se debía a que la instancia que encabezaba había ya “cumplido con su propósito”, el fondo es completamente distinto.

Y mucho más complicado.

Aguilar Chedraui se fue por diferencias irreconciliables con Mario Riestra.

De entrada, la coexistencia entre ambos era ya insostenible.

Jorge no aguantaba ya los modos, las formas, los exabruptos y los yerros de quien, de acuerdo al organigrama oficial, lleva las riendas del blanquiazul.

Con todo y que, en su paso por el servicio público poblano, tuvo un entrenamiento intenso en el complicado proceso de tolerar a quienes se comportan como patéticos dictadores en sus pequeños cotos de poder. 

Aquí, de plano no aguantó.

Fue demasiado, inclusive para él.

Además, tampoco había una coincidencia en el rumbo que debe de tomar el partido para que en el 2027 no se repitan los penosos fracasos electorales del pasado reciente.

No gusta el estilo tibio, timorato, sin sustento, que se basa únicamente en la crítica de algunos gobiernos de Morena, sin lanzar una propuesta propia, innovadora, que invite a los electores potenciales a regresarles la confianza en las urnas.

No hay nada de esto y los tiempos políticos ya están encima.

Otro catalizador real que aceleró la salida de Aguilar fue la falta de cumplimiento de una serie de acuerdos básicos, elementales, que tendrían que haber sentado lo que sería la base de la relación para el futuro inmediato.
Y así, en tiempo récord, se acabó la confianza.

La salida de Jorge no fue la única.

Hace apenas unos días salieron también otros miembros del Comité.

Se trata de Ricardo Grau y Stef Rocha.

Además de no soportar ya el trato que recibían por parte de Riestra, no estaban de acuerdo en que la estrategia de promoción del partido se basara únicamente en el impulso a su persona.

No en promover al partido como institución ni a otros liderazgos valiosos del panismo poblano.

Menos de dos meses aguantaron.

Y todo parece indicar que la situación se pondrá peor.

Que la sangría continuará irremediablemente en las próximas semanas.

El barco se hunde sin remedio y crece exponencialmente el riesgo de que se materialice otro monumental ridículo electoral.

Ese que podría acabar con la vigencia del PAN como partido de oposición real en Puebla.  

About The Author

Related posts