03-06-2025 04:09:39 PM

Javier N y sus consecuencias

Por Jesús Manuel Hernández

 

Después de 3 años Javier N, ex candidato a gobernador por el PRI del entonces poderoso grupo de Mario N ha recibido sentencia por “violencia familiar” en contra de Cecilia Monzón con quien procreó un hijo. Falta aún que la justicia resuelva el tema del homicidio, feminicidio ejecutado el 21 de mayo de hace tres años.

Para la mayoría de los reporteros de la nueva generación el tema se limita a este asunto, la condena, para los viejos, el caso López Zavala constituye el último eslabón de una serie de circunstancias que detonaron la llegada al poder del marinismo.

El jefe del grupo llegó a gobernador alentado por sus compañeros de generación, influyentes en los medios radiofónicos, periodísticos y empresariales.

Y Mario N se dedicó a formar un grupo compacto al que se le conocía como “la burbuja”, algunos de sus integrantes: Mario Montero, Javier García Ramírez, Valentín Meneses, Ricardo Velázquez Cruz, Lauro Sánchez López, Alejandro Fernández Soto, etc. De ahí se armó el grupo que lo haría llegar primero a la Presidencia Municipal.

En aquella época Javier N solo se dedicaba a “cargar el portafolio”, a estar pendiente de lo que el jefe necesitara mientras despachaba en un hotel cercano a la entonces Procuraduría.

Javier N se había involucrado con Mario N en la Secretaría de Gobernación, sexenio de Manuel Bartlett, llegó a ser su particular, y nunca quedó claro quién o quiénes habían influido para su arribo.

Cuando Mario N llegó a ser Presidente Municipal, Javier N se consolidó como Secretario Particular y luego titular del DIF municipal y después diputado local en la LV Legislatura.

Por aquellos tiempos este reportero lo entrevistó en un programa de radio y le preguntó si reformaría “La Ley de Herodes” y dijo que si el pueblo lo pedía, lo avalaría, otra pregunta siguió: “¿Reformarías la Ley del Talión?”, y la respuesta fue similar.

Ya en aquel entonces Zavala daba muestras muy claras de su desconocimiento del Estado de Derecho, pero tenía un atributo envidiable, era el más cercano de los candidatos a diputados del jefe, Mario N. y su postulación fue un reconocimiento a la “lealtad” y “aguante”. Javier N, esperaba horas y horas a un lado de la camioneta o dentro del hotel hasta que su jefe terminaba la agenda, a grado tal que a sus hijos les decía “Javier es tu hermano”.

Y así continuaba acompañándolo, a un lado del chofer, a las cenas, tertulias y desveladas, sin formar parte de “la burbuja”.

Después vendría la campaña para gobernador donde Javier N y la cúpula ya disminuida aportó sus relaciones, consiguió dinero, facilitó entrevistas y acercamiento con los grupos de poder económico y político, y así derrotó a Francisco Fraile en 2004.

Con el paso de los meses se fue haciendo necesario y al inicio del gobierno debutó ni más ni menos como titular de la Secretaría de Gobernación, ante la animadversión de los miembros de la “burbuja”.

Y empezaron las explicaciones para justificar la cercanía y el nombramiento. Algunos decían “Javier sabe demasiado”, otros “Javier es el más leal”, algunos más “Javier no tiene proyecto propio” y algunos más se atrevieron a especular “Javier lo tiene embrujado, le facilita el desorden, comidas, bebidas, cenas, etcétera, mientras el gobierna”.

Por aquellos años, un conocido constructor llegaba a las oficinas de Gobernación en Casa Aguayo, con bolsas de Hermenegildo Zegna, de esas grandes, donde cabe un traje, pero en el interior, no había ropa, había fajos de billetes.

El poder y las relaciones de Javier N obligaron a Mario N a promover su precandidatura a la gubernatura pese al descontento de quienes eran los miembros originales de la burbuja, hubo rompimiento, enojos, frustraciones y Mario N ofreció la recompensa en el siguiente sexenio bajo una premisa, ahora va él, después va “fulano” y luego sigues tú, a quien le ofertaba el liderazgo del Congreso.

Javier N perdió en medio de escándalos electorales, demandas de Rafael Moreno Valle, apareciendo en cámara para disculparse por el invento de información sobre la denuncia aparecida en el libro de Robert A. Hutchison.

Una constante se mantuvo, los asesores de Mario N, repetían modelos y cargos en la campaña de Javier N, era el mismo grupo que permitió aquello de “es mi voz, pero no es mi voz”.

Ante la derrota de Javier N, se presumía la negociación hecha por Mario N para facilitar el triunfo de Rafael Moreno Valle, un asunto que, según los cercanos consultados, provocó el rompimiento de Javier N, con su jefe, Mario N.

Después vendrían los caminos personales de Javier N, sus relaciones amorosas, sus contubernios y sus errores que arrastraron a una buena parte del grupo que apoyó a Mario N.

Todo un caos en la espalda del sentenciado por violencia familiar y en espera del juicio de feminicidio de Cecilia Monzón.

Un asunto queda claro, nadie supo de dónde Mario N cooptó a Javier N y a cambio de qué.

Lo que queda claro es que nunca debió haber sido candidato un chiapaneco, radicado en Puebla, protector de las confianzas de su jefe, iletrado como abogado, pero quienes lo apoyaron lo vieron con ojos de no perder sus privilegios.

O por lo menos, así me lo parece.

About The Author

Related posts