Por Alejandro Mondragón
Al margen del mensaje político que deja al interior de Morena, el voto de censura de la presidenta Claudia Sheinbaum a los actos anticipados de Andrea Chávez en Chihuahua, algo está más que claro:
Se adelantaron ya los tiempos electorales rumbo al 2027, tanto que Alfonso Durazo, presidente del Consejo de Morena convocará a la reunión de consejeros/as para definir las reglas.
Faltan aún dos años para las elecciones intermedias que suelen servir de referéndum para autoridades en turno, y sobre todo que pasen los comicios judiciales de junio de este año.
Sin embargo, en Chihuahua comenzaron a posicionar la carta del grupo de Adán Augusto López, quien se presenta como el heredero natural de Andrés Manuel López Obrador y lleva las contras a la mandataria federal.
Espectaculares, uso de caravanas de la salud y presencia mediática son los elementos de Andrea Chávez para posicionarse como la carta más conocida de Morena para Chihuahua en 2027.
Sheinbaum ya le puso un alto y pidió a Morena que fije las reglas del juego.
Lo más importante será que deje en claro en los estatutos que no habrá reelección ni nepotismo en la definición de candidatas y candidatos para 2027 en todos los estados y municipios donde habrá proceso comicial.
Y aquí empezarán los descartes de esas dinastías que han hecho del ejercicio del poder un botín familiar.
¿A poco los partidos del Trabajo y Verde romperán la jugosa alianza política que les deja ir de aliados de Morena?
¿Le llevarán las contras a la presidenta Claudia Sheinbaum?
Se sabe que el impedimento a la reelección y nepotismo es el antídoto a los berrinches y chantajes políticos.
Los aliados e incluso miembros de Morena tendrán en claro que en el 2027 la única figura que sumará será la de Sheinbaum, por su elevada popularidad en la contención que hace con Donald Trump.
Ya lo verán que para el tercer piso de la 4T muchos no llegarán ni construyendo un elevador.