Por Yasmín Flores Hernández
En el epicentro de la producción y tráfico del fentanilo, se encuentra la facción del Cártel de Sinaloa conocida como “Los Chapitos”, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López.
Como en colaboraciones pasadas ya lo habiamos mencionado el fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, ha emergido como una de las principales amenazas de salud pública en Estados Unidos, siendo responsable de más de 100,000 muertes por sobredosis en los últimos años.
Sin duda alguna, los Chapitos y el fentanilo, son una relación controvertida y peligrosa.
A pesar de las acusaciones de diversas agencias internacionales, “Los Chapitos” han negado consistentemente su participación en la producción y distribución de fentanilo.
En 2023, emitieron una carta pública afirmando: “Jamás hemos producido, maquilado o comercializado fentanilo ni ninguno de sus derivados. Somos víctimas de una persecución, y nos convirtieron en chivos expiatorios”.
Sin embargo, investigaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA) y otras agencias señalan lo contrario. Informes indican que “Los Chapitos” han adaptado sus operaciones para satisfacer la creciente demanda de fentanilo en Estados Unidos, estableciendo laboratorios clandestinos en diversas regiones de México.
Aunque en 2023 ordenaron la suspensión de la producción de fentanilo en Sinaloa, esta medida llevó a una reubicación de los laboratorios hacia áreas más cercanas a la frontera con Estados Unidos, como Monterrey.
Operativos y Capturas Recientes
Las autoridades mexicanas han intensificado sus esfuerzos para desarticular las operaciones de “Los Chapitos”, sin duda alguna la amenaza de Donald Trump ha resonado en Palacio Nacional.
La semana pasada, se llevó a cabo un operativo en Culiacán, Sinaloa, que resultó en la captura de José Ángel Canobbio Inzunza, alias “El Güerito”, identificado como operador financiero y jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán.
El cerco sobre Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa dirigida por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, se ha estrechado.
En los últimos días, las autoridades han reportado la captura en Culiacán de dos figuras clave: en operativos encabezados por el Ejército.
Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, ambos eran colaboradores cercanos de Iván Archivaldo Guzmán, hijo de El Chapo y líder del grupo. Con estas detenciones, el número de miembros de alto perfil arrestados desde septiembre asciende al menos a 51, de acuerdo con un conteo realizado por El País basado en información oficial.
Estas detenciones representan golpes significativos para la estructura operativa de “Los Chapitos” y podrían influir en la dinámica interna del Cártel de Sinaloa, especialmente en su conflicto con la facción liderada por lsmael Zambada “Mayito Flaco”.
Mientras tanto, la crisis del fentanilo continúa como un desafío binacional, con Estados Unidos presionando a México para intensificar sus acciones contra los cárteles responsables del tráfico de esta letal sustancia.
A estas capturas se suma la de Mario Alberto Núñez, alias “Jando”, ocurrida el 7 de febrero en Jesús María, una localidad cercana a Culiacán. “Jando” también formaba parte del círculo de confianza de Iván Archivaldo Guzmán.
Además, la semana pasada se llevó a cabo un operativo en Rosario, Mazatlán y Culiacán, que resultó en cinco arrestos y el decomiso de armas y drogas. Estos golpes han debilitado significativamente la estructura de Los Chapitos, quienes han perdido a la mayoría de sus operadores clave en los últimos 15 meses.
Las recientes detenciones también fortalecen la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum en su disputa con Donald Trump, quien ha puesto la lucha contra la migración y el tráfico de fentanilo en el centro de su agenda.
El pasado jueves, Estados Unidos implementó la designación de seis grupos criminales mexicanos como organizaciones terroristas, entre ellos el Cártel de Sinaloa, principal proveedor de fentanilo en el país. En respuesta, Sheinbaum ha impulsado una enmienda constitucional que endurece las sanciones para agentes extranjeros que operen en México sin autorización.
El impacto de estos arrestos también se reflejará en la disputa interna entre Los Chapitos y la facción rival del Cártel de Sinaloa, liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, hijo de Ismael El Mayo Zambada.
Tanto El Chapo como El Mayo están presos en Estados Unidos; el primero cumple cadena perpetua, mientras que el segundo espera juicio.
La guerra entre estos grupos se desató en julio tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, cuando presuntamente un hijo de El Chapo lo traicionó y lo entregó a las autoridades estadounidenses en Culiacán.
Desde entonces, el conflicto ha dejado cientos de muertos y desaparecidos en Sinaloa, especialmente en Culiacán, territorio que había sido controlado por Los Chapitos.
Entre las detenciones recientes, la de Canobbio es particularmente relevante.
Según las autoridades, El Güerito era el principal operador financiero de Iván Archivaldo Guzmán y se encargaba de la seguridad, la planificación de rutas de narcotráfico y la distribución de fentanilo, cocaína y metanfetaminas a nivel internacional, además de manejar recursos ilícitos. También se le vincula con los culiacanazos de 2019 y 2023, cuando Los Chapitos desplegaron a sus sicarios para evitar la captura de Ovidio Guzmán, otro de los hijos de El Chapo.
En noviembre pasado, el Departamento de Justicia de EE.UU. presentó una acusación contra Canobbio por tráfico de cocaína, metanfetaminas, fentanilo y marihuana en conjunto con Los Chapitos.
Se le considera un asesor clave de Iván Archivaldo y su jefe de seguridad. Es probable que, ahora detenido, siga el mismo destino que Néstor Isidro Pérez, alias Nini, otro de los líderes de Los Chapitos, capturado en noviembre de 2023 y posteriormente extraditado a EE.UU.
Pero algo no cuadra en esta ecuación, dejeme le cuento:
Canobbio fue detenido en su casa, dentro de dicho operativo no se realizaron disparos, ni enfrentamientos, el detenido estaba solo y no opuso resistencia. Parece como si Canobbio los estuviera esperando.
Fuentes consultadas por su servidora, relatan que en su detención portaba armas de uso exclusivo del ejercito, equipo táctico, grandes cantidades de dinero y drogas.
Cabe recordar que en 2016, Canobbio y su hermano Jorge Abraham formaron un grupo armado para respaldar a Iván Archivaldo, tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán. Desde entonces, su carrera dentro del crimen organizado se consolidó.
Antes de involucrarse en el tráfico de drogas, El Güerito se dedicaba a la venta de autos de lujo y tuvo vínculos con Juan José Esparragoza Monzón, alias El Azulito, hijo del cofundador del Cártel de Sinaloa, Juan José Esparragoza El Azul.
¿Negociación con Estados Unidos?
Algunas versiones indican que Canobbio podría haberse entregado en un intento de negociar con las autoridades estadounidenses.
De hecho, fuentes consultadas por su servidora aseguran que, horas antes de que se hiciera oficial su arresto, en Estados Unidos se actualizó su expediente legal, reflejando una nueva acusación en su contra, la cual fue ingresada en noviembre del año pasado.
Este detalle es crucial: el 19 de febrero, fecha de su captura, el Centro de Detenciones de México registró su arresto alrededor de las 5 de la tarde.
No obstante, un poco antes, algo extraño ocurrió con su expediente en EE.UU. Se adelantó una audiencia con el juez federal Daniel P. McGlofing, quien, al desconocer la detención de Canobbio en México, ordenó que fuera designado como fugitivo.
Es decir antes del arresto de Canobbio ya existía una audiencia programada ante un juez federal de Estados Unidos.
Esto abre varias interrogantes:
¿Quién adelantó la cita ante un juez federal estadounidense de Canobbio si su detención aún no había hecho pública?
¿Cómo supieron las autoridades estadounidense que estaba apunto de ser detenido?
¿Qué sucedió con el proceso legal y la presunción de inocencia?
Y lo más importante:
¿Dónde queda la petición formal de extradicción?
¿Quién miente?
¿Acaso Canobbio entregó información sobre Iván Archivaldo, a cambio de un acuerdo con EE.UU.?
Como verá usted que me escucha y me lee, algo no cuadra en toda esta historia.
Mientras todo esto ocurría, en Culiacancito, una zona cercana a Culiacán, Iván Archivaldo escapaba a través del sistema de alcantarillado. Su principal hombre de confianza, Kevin Alonso Gil Acosta, alias El 200, junto con sus dos tíos Gustavo Acosta López y José Alonso Acosta López, intentaban protegerlo.
Kevin Alonso e Ivan Archilvaldo eran inseparables, la familia del “200” se turnaba para cuidar al “chapito”.
Dos personas más están en la mira del gobierno federal, ambos cercanos a Ivan Archilvaldo.
Algunos dicen que el chapito esta herido, otros más comentan que ya esta detenido y sólo se espera que llegue el plazo que dio Trump para renegociar y entregar al mayor productor de fentanilo a Estados Unidos y con ello pacificar la relación bilateral.
A usted que me escucha y me lee, deje decirle que podria yo seguir contandole sobre esta historia, pero creame es más de lo que dicen las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses.
Seguramente en el mes de Marzo veremos como el tablero cambia para legitimar a un gobierno señalado por sus nexos sin explicar con el narco.
No se sorprenda si México le da lo que quiere a Trump.
El futuro de la guerra interna y del Cártel de Sinaloa dependerá de lo que ocurra en los próximos días en Culiacán y sus alrededores.
De los líderes originales de Los Chapitos, solo quedan Iván Archivaldo y su hermano Jesús Alfredo en libertad. Sus principales operadores han sido detenidos o eliminados, como El Nini, El Piyis y El Pelón de Sonoyta.
Los pocos hombres de confianza que aún quedan en pie, como Jorge Humberto Figueroa (El Perris) y Óscar Noé Medina (Panu), han visto sus estructuras debilitadas por arrestos recientes.
El escenario es claro:
Los Chapitos están en jaque, y su liderazgo pende de un hilo.
Si Iván Archivaldo cae, su facción podría colapsar definitivamente, dejando el camino libre para su facción rival dentro del Cártel de Sinaloa, encabezada por Ismael Zambada Sicairos (Mayito Flaco).
¿El fin del narcotráfico o un nuevo pacto de poder?
Si algo nos ha enseñado la historia del crimen organizado en México es que cuando un capo cae, otro toma su lugar.
Sin embargo, en este caso, el declive de Los Chapitos podría marcar un punto de inflexión en la estructura del narcotráfico.
La pregunta que queda en el aire es:
¿realmente veremos la caída definitiva de Los Chapitos o solo estamos presenciando un reacomodo dentro del cártel?
El infierno apenas está calentando…