Por Yasmín Flores Hernández
Mucho se ha escrito sobre García Luna, casi todo, sobre su relación con Felipe Calderón y la delincuencia organizada.
Dibujar ese triángulo es delinear lo que es la corrupción: el exsecretario está a mitad de camino entre el presidente que declaró la guerra al crimen, y un puñado de capos que dicen estar listos para confesarlo todo: los sobornos, la corrupción, los pactos oscuros de una suerte de pax mafiosa.
Confidente del expresidente, aspirante presidencial frustrado, gran estratega de la guerra contra el narco y finalmente un vulgar delincuente mas de cuello blanco.
El proceso en Nueva York contra García Luna ha puesto bajo el microscopio los nexos entre el crimen organizado y las autoridades.
El exsecretario de Seguridad Pública y antiguo zar antidrogas del país se ha sentado durante tres semanas en el banquillo de los acusados por aliarse y proteger a los carteles que prometió combatir.
“Cuando hablan de todo lo que hacen es impactante, es incluso más fuerte de lo que uno pensaba”, afirma el periodista Ioan Grillo, que ha escrito durante más de 20 años sobre la violencia y la delincuencia que azota al país.
“Te da la sensación de un narcoestado en México”, agrega.
Edgar Veytia,uno de los testigos más esperados del juicio de García Luna, saltó a los titulares, porque declaró que durante el Gobierno de Calderón se dio la instrucción de proteger a la gente de Joaquín El Chapo Guzmán frente a otros carteles.
El testimonio se basaba en una conversación que supuestamente tuvo a principios de su carrera política con el entonces gobernador Ney González.
“Acabo de llegar de una reunión muy importante en Ciudad de México con Felipe Calderón y con Genaro García Luna donde nos dijeron que la línea era El Chapo”, zanjó el convicto, recordando las palabras que atribuyó a González.
“Nunca negocié ni pacté con criminales”, escribió el exmandatario en sus redes sociales.
En su momento la declaración fue explosiva, pero no pudo sostenerse en pruebas más sólidas. Veytia, al final, no se reunió con el entonces presidente ni estuvo presente durante la supuesta instrucción.
Con quien sí estuvo el exfiscal de Nayarit fue con Luis Cárdenas Palomino mentor de Omar García Harfuch y mano derecha de García Luna.
“Nos dijo que era a El Chapo a quien debíamos apoyar”, sostuvo.
El testigo, condenado en 2019 a 20 años por nexos con el narco, narró además cómo se puso al servicio de Juan Francisco Patrón Sánchez, alias El H2: asesinó, torturó y protegió al capo local.
“No los deteníamos, les dábamos información para que pudieran escapar y evadir la justicia, encubríamos los delitos que cometían”, admitió Veytia, visiblemente humillado.
“Niego y rechazo contundentemente que mi campaña o mi persona haya tenido relación con grupos del narcotráfico”, dijo el exgobernador Sandoval, su viejo amigo encarcelado en México desde 2021.
Los relatos sobre sobornos entregados a García Luna son la piedra angular del caso y la base para acusarlo de tener nexos con el crimen organizado desde hace 20 años.
Además de los testimonios indirectos, por lo menos dos capos han declarado en la corte que estuvieron involucrados directamente en la entrega de pagos irregulares al exfuncionario.
Sergio Villareal Barragán, alias El Grande, aseguró que se le pagó más de un millón de dólares al mes desde 2001, cuando García Luna fue jefe de la Agencia Federal de Investigación (AFI), creada durante el Gobierno de Vicente Fox.
Recordará usted que me escucha y me lee los decomisos falsos, así como los montajes y operativos dirigidos por el narco, a cargo de García Luna.
En su momento, tras varios interrogatorios, El Lobo y El Grande aseguraron que los carteles preparaban cocaína falsa con azúcar y harina para intercambiarla por la droga que era incautada por las autoridades.
Autoridades, por cierto, a cargo de García Luna y Cárdenas Palomino.
Villarreal Barragán aseguró que ese fue el destino de la mercancía interceptada en el megaoperativo en el puerto del Pacífico mexicano.
“Después de eso, Arturo Beltrán Leyva estaba muy contento, pues había recuperado su cargamento casi sin pérdida”, dijo el capo sin remordimiento.
Adrián Ibáñez, un agente de Inteligencia de la DEA, habló también del decomiso y durante su testimonio se mostraron imágenes del alijo supuestamente siendo quemado.
La intención de la Fiscalía era sembrar la duda ante el jurado de que en público se simulaba el combate a los carteles y en privado, se les permitía salirse con la suya.
Otro asunto que recibió atención fue el supuesto levantón que sufrió García Luna en 2008, a manos de los colaboradores de Arturo Beltrán Leyva.
El episodio, negado en cada ocasión por el acusado en el pasado, se dio en Morelos, sin que la escolta del exsecretario opusiera resistencia alguna, dijo Villarreal Barragán.
“En México todo es posible, hay mucha corrupción”, zanjó El Grande.
Harold Poveda El Conejo, un narco colombiano que se convirtió en uno de los hombres más cercanos a Beltrán Leyva, dijo que convenció a su antiguo jefe de no matar al funcionario.
“Por Dios, cómo vas a hacer eso, ahí si nos vamos a meter en problemas, el Gobierno se va a venir con todo”, le increpó El Conejo, que no fue testigo ocular del secuestro.
Genaro García Luna realizaba los montajes, torturaba gente inocente a la que hacía firmar su culpabilidad en secuestros que no tenían nada que ver.
Hay muchos culpables fabricados presos por culpa de él.
Cada detención era televisada y aplaudida con bombo y platillo, por los medios de comunicación, para que el super policia fue era nota nacional, y con ello legitimar el fallido gobierno de Calderón.
Ahora bien usted que me escucha y me lee se estará preguntando porqué le narro todo esto, el pasado 22 de noviembre un operativo se llevaba acabo en el Estado de México.
El Gobierno de México, a través del Gabinete de Seguridad, llevó a cabo ayer viernes la llamada “Operación Enjambre” en el Estado de México, logrando la detención de varios servidores públicos presuntamente relacionados con organizaciones delictivas.
La Fiscalía del Estado de México confirmó la emisión de siete órdenes de aprehensión, vinculadas a delitos como extorsión, secuestro exprés y homicidio, tras presentar pruebas ante un juez.
Los municipios involucrados incluyen Amanalco, Santo Tomás, Tonatico, Chicoloapan, Ixtapaluca, Tejupilco, Naucalpan, Coacalco, Jilotzingo y Texcaltitlán.
A través de sus redes sociales, García Harfuch indicó que este operativo, se realiza en coordinación con la la Fiscalía General del Estado de México y el Gabinete de Seguridad del gobierno de México, así como de la Secretaría de Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República, se han detenido a 7 servidores públicos de un total de 14 órdenes de aprehensión emitidas contra funcionarios que están presuntamente relacionados con el crimen organizado.
“A través del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) y con 1,500 elementos desplegados, hasta el momento se han detenido a 7 servidores públicos de seguridad, de las 14 órdenes de aprehensión emitidas contra funcionarios que facilitaban las actividades de diversos grupos delictivos que operan en el Estado de México; el operativo continúa. Se seguirá informando” indicó el funcionario en un mensaje en la red social X.
Las siete personas arrestadas hasta el momento son:
- El jefe de región de la Dirección de Seguridad del municipio de Ixtapaluca, Roberto “N”.
- El director operativo de Seguridad y Prevención Ciudadana del municipio de Ixtapaluca, Rodolfo “N”.
- El director del DIF municipal de Tonatico y esposo de la presidenta de ese municipio, Ellery Guadalupe “N”.
- El director de Seguridad Pública de Amanalco, Manuel Alejandro “N”.
- La presidenta municipal de Amanalco, María Elena “N”.
- El subdirector de Seguridad Ciudadana del municipio de Naucalpan, Omar “N”.
- El director de Seguridad del municipio de Tejupilco, Eraclio “N”.
La fiscalía del Estado de México informó que el director de Seguridad Ciudadana del municipio de Texcaltitlán, Isidro Cortés Jiménez, se suicidó con su propia pistola al momento de hacerle de su conocimiento el mandamiento judicial.
Todos los funcionarios están siendo investigados por la presunta comisión de diversos hechos delictivos, por lo que fueron trasladados a la Fiscalía de Asuntos Especiales, ubicada en Toluca, para ser puestos a disposición de la autoridad judicial, quien determinará su situación jurídica. Hasta el momento, se desconocen los delitos en específico por los que fueron detenidos.
Además de los ahora detenidos, en la lista se incluyen funcionarios de Coacalco, Chicoloapan, Tonatico, Huehuetoca y otros municipios del sur y oriente de la entidad.
Por supuesto los medios de comunicación se volcaron a dar la noticia con espectacularidad, muy al estilo de los tiempos de García Luna y Felipe Calderón.
La estrategia de seguridad que hace 59 días presentó García Harfuch empieza con la detención de 7 funcionarios emanados principalmente del partido Morena.
Yo me pregunto y le pregunto a usted que escucha y me lee, por qué demonios no empezaron con la detención de el Gobernador de Sinaloa Ruben Rocha Moya, si el tema era darle legitimidad a este gobierno.
¿Por qué se fueron con perfiles bajos y no de alto nivel?
Si la idea es sembrar la percepción de combatir la corrupción y al crimen organizado.
Dudas que matan. Diría mi abuela: la limpieza, comienza en casa.
Sin lugar a duda García Harfuch aprendió bien de sus mentores, seguramente veremos mas “ estrategias y operativos”.
Sólo esperemos que sean reales y no espectaulares.
García Luna tenía el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), García Harfuch tiene el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dirían por ahí, lo mismo pero más barato.
Coincidencias…
México arde en en una ola de violencia e inseguridad, urge una estrategia real de seguridad pública.
Bien dice algunos analistas, Sheinbaum tambien tambien tiene a su García.