Por Alejandro Mondragón
Tan demócrata resultó la planilla de Mario Riestra Piña, en busca de la dirigencia estatal del PAN, que ya se repartió las principales posiciones para el 2027.
Ajá.
Sin ganar absolutamente nada, Riestra firma cheques al porvenir, a unos ingenuos/as panistas para obtener su respaldo.
Por ejemplo, ignoró por completo a Edmundo Tlatehui y Lupita Cuatle, únicos ganadores azules en San Andrés Cholula, el municipio con el predial más alto de todo el estado.
Para sumar a Blanca Jiménez le prometió la alcaldía sanandreseña en el 2027. Presume Mario que es el fin político de la pareja.
A Jorge Aguilar Chedraui le garantizó la primera posición de la plurinominal federal.
Genoveva Huerta, su dupla en la planilla de las viudas del morenovallismo, repetir la pluri federal o entrarle con su apoyo a pelear la presidencia municipal de Puebla.
Otro personaje que también entró al reino de la dinastía Riestra es Carlos Pando, sí el mismo que filtró por órdenes de Mario aquel video en el que aparece el secretario general del PAN, Marcos Castro, con la guardia de seguridad subiendo las escaleras de la sede blanquiazul.
Mónica Rodríguez ya decantó por Riestra y Genoveva, nuevo grupo de odiadores de Eduardo Rivera.
El grupo de Huerta anda molesto, porque sus integrantes fueron los últimos en enterarse de la alianza con Riestra. Muchos detestan a Mónica.
Y quizá todo este grupo de las viudas del morenovallismo pierde de vista que muchos de los operadores que esperan contra El Yunque, se pueden llevar una sorpresa porque ahora pertenecen al equipo morenista que tanto descalificó Riestra en campaña, empezando por Pepe Chedraui.
El efecto boomerang, pues.