Por Jesús Manuel Hernández
Una noticia aparecida en el portal La Silla Rota deja mucho qué pensar:
“Bachetón en Puebla: 30,000 millones de pesos para acabar con el desastre en la ciudad. Pese a los más de 350 millones de pesos invertidos este año en bacheo, las calles de la capital poblana siguen plagadas de hoyos”.
El texto describe la cantidad de hoyos, baches, en las calles de Puebla y revela el estimado del dinero necesario para hacer frente a este problema, quizá histórico desde que hay automóviles en Puebla.
Pocas administraciones han podido hacer frente a esta realidad, escondida en obras de relumbrón, usuales en los políticos con fines por encima de administrar los recursos de la ciudad.
Quizá los ciudadanos del siglo pasado recuerden la actividad de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material de la Ciudad de Puebla, desaparecida por Mariano Piña Olaya, y cuya ayuda en el tema de pavimentación, fue reconocida por muchos.
O la propuesta del ingeniero Raúl Pardo con una máquina “infernal”, decía, para pavimentar toda la ciudad nuevamente.
Los expertos calculan en 30 mil millones de pesos el presupuesto necesario para repavimentar la ciudad, eso sin contar el mantenimiento necesario para evitar nuevamente los baches.
Esa cantidad resulta imposible para la administración de Pepe Chedraui, quien además debe, como sus antecesores, mantener activa la función de la administración pública, alumbrado, seguridad, servicios municipales, sueldos y si puede pues también el arte y la cultura.
¿Cómo resolver el problema de falta de recursos económicos?
Esa debió haber sido la principal idea en el cuarto de guerra del equipo ganador el 2 de junio.
Los presupuestos federales no contemplan temas tan locales como los angelopolitanos; y entonces el tema se reduce a una constante, también de las últimas administraciones, el apoyo del gobernador.
Alejandro Armenta Mier no solo deberá solventar los proyectos estatales, debe darle una importancia principal, consideran quienes de esto saben, al gobierno de la capital.
Hay poderosas razones para hacerlo, no solo hacer ver bien a Pepe Chedraui; por encima de él, está el proyecto de MORENA.
Si Pepe falla, arrastrará al movimiento y Armenta no puede darse ese lujo.
Dicho de otra forma, si Armenta quiere retener el poder a la mitad de su gobierno, deberá aplicarse en las ciudades y distritos con mayor cantidad de votantes, y para ello no basta generar percepción, comunicación política, habrá que hacer obras concretas, mostrar a los ciudadanos las ventajas y conveniencia de que Morena siga gobernando en Puebla, y para eso no bastan los proyectos y los buenos deseos, se necesita dinero, y no soluciones parche.
O por lo menos, así me lo parece.