22-10-2024 11:13:45 PM

García Luna: sus ligas en Puebla

Por Valentín Varillas

 

La columna vertebral del proceso judicial seguido en Estados Unidos en contra de Genaro García Luna tiene que ver con un sesgo en el actuar de las instituciones públicas del Estado mexicano para favorecer a un grupo delincuencial en específico.

El estado de Puebla no estuvo ajeno a esta realidad.

Aquí pasó lo mismo.

El garante de que así se mantuviera fue Facundo Rosas, ex secretario de seguridad pública en la administración de Rafael Moreno Valle.

Aquí llevaban mano unos, en detrimento de los otros que se peleaban la plaza.

Sobre todo en el negocio del huachicol.

Había protección desde lo más alto del poder político para garantizar que una célula determinada se lo llevara todo.

Absolutamente todo.

Y de ahí que se pudiera corromper a quienes fuera: estatales, federales, civiles o militares.

Daba para esto y mucho más.

Pero los riesgos eran inmensos.

Por eso Facundo vivía con miedo.

Conocía de sobra los riesgos de “sesgarse” para un lado.

Su despliegue de seguridad era impresionante, además de que despachaba “no oficialmente” en distintas ubicaciones.

Las cambiaba constantemente.

Además, blindó como autentico búnker las oficinas de la secretaría que encabezaba.

El fantasma de la venganza de los grupos rivales, a los que con su actuar afectaba, se le aparecía permanentemente.

Hoy que García Luna vive sus horas más oscuras, resultará muy atractivo el intento de deslinde.

Muchos lo tratarán de ensayar.

Van a fracasar.

La periodista Anabel Hernández, hoy odiada intensamente tanto por “chairos” como ”fifís”, escribió varias veces sobre las relaciones cercanas de Facundo y Genaro.

Involucró al ex funcionario del gobierno estatal como cómplice del falso operativo que culminó con el secuestro y asesinato del joven Fernando Martí.

También en los montajes que simulaban espectaculares detenciones como la de la francesa Florence Cassez.

En varias declaraciones oficiales, Edgar Valdés Villarreal, jefe de sicarios del cártel de los Beltrán Leyva, lo señaló como uno de los miembros del círculo cercano de Genaro García Luna que recibía sobornos de distintas organizaciones delictivas.

Dos personajes que formaban parte de este “selecto grupo”, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño García, enfrentan también sendos procesos legales en Estados Unidos por estar involucrados es aquellos pactos inconfesables que, desde sus respectivas responsabilidades en el gobierno, realizaban con lo más granado  del Cártel de Sinaloa.

Por todo esto, no se puede descartar que el gigantesco búmeran desatado hace unos días, llegue a alcanzar en algún momento a quien ocupó un lugar de auténtico privilegio y confianza en el círculo más íntimo de RMV.

Su gatillero, vamos.

Total, todo parece indicar que materia prima existe de sobra.

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