Karina Fernández |
El proceso de expulsión de casi 700 panistas, que solicitó la dirigencia estatal del PAN, es una medida desesperada para evadir su responsabilidad frente a la derrota electoral más grande del blanquiazul de los últimos años.
Así lo observó la diputada federal del partido, Genoveva Huerta Villegas quien desaprobó que, en lugar de privilegiar el diálogo y la conciliación con la militancia, se busque la salida fácil promoviendo su expulsión.
Señaló que la PAN estatal va en sentido contrario a la dirigencia nacional, donde se busca sumar aquellos cuadros que no compartieron las decisiones del partido en el pasado proceso electoral, con el objetivo de fortalecer a la marca.
“Es una medida desesperada y no querer aceptar su propia responsabilidad, cuando a nivel nacional el propio Marko Cortés no está haciendo esto, sino está buscando a todos aquellos que, de alguna forma no coinciden con él, para tratar de sumarlos”.
La ex presidenta estatal del PAN consideró que el partido busca culpables de la derrota, sacrificando a quienes, en su momento, encontraron las puertas cerradas en el partido y, en consecuencia, buscaron una opción distinta.
“Me parece que no quieren aceptar su propia responsabilidad de que no hicieron chamba, no trabajaron y de que tomaron malas decisiones”, subrayó.
Sin demeritar el liderazgo y valor de cada panista, Huerta Villegas opinó que la dirigencia está dando demasiado “poder” a quienes hoy pretende expulsar de las filas de la institución, cuyo proceso desestimó que se concrete.
Cabe recordar que el PAN en Puebla aprobó procedimientos contra 697 militantes que fueron candidatos de otros partidos políticos, contrarios a la marca o con los que no hubo alianza, como Morena, MC, entre otros.
