19-09-2024 06:48:57 PM

El galimatías del caso “El Mayo”

Por Yasmín Flores Hernández

 

El pasado 25 de Julio las autoridades estadounidenses informaban que Ismael Zambada García, “El Mayo”, uno de los líderes del Cartel de Sinaloa había sido detenido en El Paso, Texas.

 

La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) daba como recompensa 15 millones de dólares por su cabeza. “El Mayo”, de 76 años, era requerido por las autoridades estadounidenses desde hace décadas.

 

Zambada está acusado de crimen organizado, conspiración para cometer asesinato, lavado de dinero y distintos delitos relacionados con el narcotráfico, como el trasiego de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos.

 

Su detención es aún incierta, dos versiones corren a la par. La primera que se dice es que fue traicionado por su ahijado Joaquín Guzmán López, “El Güero”; la segunda que se entregó y que  desde hace 4 años estaba en negociaciones con los gringos.

 

La captura de Zambada y Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo Guzmán, ha sido enmarcada por Washington, como parte de la lucha de las autoridades de Estados Unidos contra el tráfico del fentanilo. Hasta el momento, no existen detalles que expliquen con claridad si la captura del legendario narcotraficante fue una entrega a las autoridades o un secuestro, como asegura el abogado de Zambada.

 

La verdad, sólo ellos la saben, pero sea como sea, al final existe ese punto entre las dos versiones que las une, que ambas pudieron haber sido pactadas.

 

La caída de Zambada, de 76 años, ha estado plagada de incógnitas y especulaciones, y la falta de transparencia ha tensado la relación bilateral, ante las sospechas de una violación de la soberanía para concretar la detención del narcotraficante, objetivo prioritario de Washington en la llamada guerra contra las drogas.

 

Ismael “El Mayo” Zambada compareció el jueves 1 de agosto, ante la corte del distrito oeste de Texas, donde fue llevado, tras su detención en un aeródromo junto a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo.

 

El capo mexicano y su defensa recibirán una actualización de su caso. La jueza Anne Berton, encargada del proceso judicial, ordenó que el capo se mantenga en prisión, sin derecho a fianza ya que no existen “las condiciones” que aseguraran “la comparecencia del acusado o la seguridad de la comunidad”.

 

Zambada está acusado en diferentes cortes estatales de Estados Unidos de conspiración para traficar cocaína y marihuana, conspiración para lavado de dinero, posesión ilegal de armas de fuego, y el asesinato de al menos cuatro narcotraficantes. La Fiscalía ha pedido que el caso sea reconocido como “inusual y complejo” y ha solicitado más tiempo a Berton para poder reunir pruebas de los delitos que el capo de alto perfil ha cometido.

 

Por otro lado, José Luis González Meza, que se ha presentado, como abogado de la familia de Joaquín El Chapo Guzmán, aseguró en un comunicado que Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López se entregaron tras negociar con las autoridades de Estados Unidos.

 

Y mencionó que “hace aproximadamente cuatro años se iniciaron pláticas con las autoridades norteamericanas sobre la posibilidad de entrega voluntaria por parte del grupo”, señaló en un comunicado divulgado por la periodista Azucena Uresti.

 

En entrevista, González Meza negó que el hijo de su cliente traicionara a Zambada y lo secuestrara, pero dio por ciertas las versiones de un pacto con las agencias estadounidenses.

 

En el escrito se dice también que la relación entre ambas familias “ha sido impecable”, así como con otras facciones del Cartel de Sinaloa, como la dirigida por Rafael Caro Quintero y Aureliano” Guano” Guzmán, hermano de El Chapo.

 

Las declaraciones contradicen lo dicho por Jeffrey Lichtman, abogado de la familia Guzmán en Estados Unidos, quien aseguró que “no hubo ningún acuerdo con el Gobierno” tras la primera comparecencia de Guzmán López en Estados Unidos. Lichtman también restó credibilidad a los comentarios de Frank Pérez, representante legal de Zambada en ese país, sobre un supuesto secuestro.

 

“Cuando los abogados tratan de marcar puntos con los medios con acusaciones como estas, las ignoro, porque no tienen sentido”, señaló en Chicago, donde se celebró la vista judicial.

 

González Meza, una figura polémica que se ha presentado como abogado de El Chapo desde hace al menos una década, exculpó también al Gobierno mexicano del supuesto trato entre los jefes del cartel y las autoridades estadounidenses.

 

Dicho abogado fue aquel que acercó al Presidente López Obrador a saludar a doña Consuelo Loera, madre del Chapo Guzmán.

 

La detención fue “sin coacción o presión alguna”, agregó y desechó la posibilidad de un enfrentamiento violento entre las distintas facciones de la organización.

 

En México, el gobierno de López Obrador desconoce las acciones de Estados Unidos, y por lo tanto lo que se sabe es vago y ambiguo.

 

La falta de información oficial por parte de los Gobiernos estadounidense y mexicano ha desatado diferentes versiones sobre la captura de los dos capos. Pero realmente qué hay detrás de todo esto.

 

Al mismo tiempo dos sucesos han ocurrido en Sinaloa, por un lado las tumbas de varios familiares del narcotraficante Dámaso López Núñez, conocido como El Licenciado, han sido profanadas.

 

Los medios locales apuntan a que la capilla familiar en la localidad de El dorado, al sur de Sinaloa, quedó semi destrozada, con los ataúdes del padre y el hermano de Dámaso Núñez abiertos. Los dos cuerpos fueron robados.

 

Dámaso López Núñez fue nombrado directamente por el Chapo Guzmán como su sucesor después de su detención en 2016. Una decisión que no agrado a la facción de Los Chapitos, conformada por los hijos de Guzmán Loera.

 

La pugna por encabezar el Cartel de Sinaloa supuso una sangrienta guerra que acabó cuando “El Licenciado” fue detenido en Ciudad de México en mayo de 2017. Tras ser extraditado a Estados Unidos fue sentenciado a cadena perpetua, una pena que se redujo a los 15 años de cárcel, después de que López Núñez declarara en contra del secretario de Seguridad Ciudadana durante el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, El Chapo y su esposa, Emma Coronel.

 

La profanación de las tumbas se da cuatro días después de las detenciones de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en el aeródromo de Santa Teresa, muy cercano a El Paso, Texas.

 

Los expertos han apuntado que este golpe sobre el cartel beneficiaría a Los Chapitos, aunque podría desatar una confrontación dentro de Cartel de Sinaloa. El destrozo del mausoleo familiar ha sido interpretado como las primeras consecuencias tras la detención de “El Mayo”.

 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha descartado este lunes que vaya a haber enfrentamientos tras las capturas de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López.

 

“No hay nada que indique que pueda haber enfrentamientos y convocamos a que no haya enfrentamientos, porque no es ese el camino. La violencia no. Entonces esperar a que se tenga más información y darle la espalda a la violencia”, ha expresado durante su conferencia matutina.

 

Un resurgimiento de las hostilidades entre las distintas facciones del Cartel de Sinaloa pondría en riesgo la estabilidad de ciudades como Los Mochis o Culiacán.

 

El Gobierno de México dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) abrirá su propia investigación para esclarecer el arresto del  “El Mayo”  fundador del Cartel de Sinaloa y uno de los capos criminales más poderosos del mundo.

 

La Administración de López Obrador ha mencionado que no participó en la captura y que fue informada hasta después de que se materializó, ha optado por la mesura y no ha querido adelantar conclusiones ante la opinión pública hasta tener más elementos sobre la llegada de El Mayo y de Joaquín Guzmán López, a territorio estadounidense.

 

Por su parte el Departamento del Tesoro ha impuesto sanciones contra tres personas, una en México y dos en China, acusadas de blanquear dinero y de tener vínculos criminales con la organización narcotraficante. Diego Acosta Ovalle  quien ayudó desde México a los criminales “ocultando y recaudando las ganancias del narcotráfico, antes de entregarlas a socios del cartel”, de acuerdo a la versión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros.

 

Mientras que Tong Peiji y He Jiaxuan trabajaron desde China para lavar las ganancias a través de una organización con sede en Estados Unidos. Este último embate judicial se lee en medio de un complejo escenario en que Washington lleva arriconando al Cartel de Sinaloa desde hace un año y medio.

 

Pero retrocedamos un poco, la batalla se hizo clara con la detención y luego extradición de Ovidio Guzmán, uno de los líderes de Los Chapitos a quien le acusaban de la producción y el tráfico de fentanilo. En abril de 2023, cuando Washington tramitaba la extradición de Guzmán, el Departamento de Justicia presentó cargos contra 28 miembros del Cartel de Sinaloa, entre quienes estaban los tres hijos de El Chapo: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio.

 

En el marco de una investigación por el tráfico de fentanilo, les acusaron de montar operaciones para inundar Estados Unidos con esta sustancia, con el fin de abastecer a las “calles llenas de drogadictos”. En septiembre del año pasado, tras la extradición de Ovidio, alias “El Ratón”, se dio a conocer que enfrentaba cargos por posesión de droga  con intención de distribuirla, conspiración para importar, manufacturar y distribuir droga, conspiración para lavar dinero, portación de armas y por ser miembro de una empresa criminal.

 

La embestida contra Los Chapitos no acabó ahí. En noviembre del año pasado, las autoridades mexicanas detuvieron a Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, jefe de seguridad de esa facción del cartel.

 

Unos meses después, en plena recta final electoral en México, cuando faltaba apenas una semana para las presidenciales, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo extraditó a Estados Unidos, donde le acusaron, además de narcotráfico, de haber asesinado a Alexander Meza León, un informante de la DEA que se había infiltrado en el Cartel de Sinaloa y apareció muerto en octubre de 2023 junto a los cuerpos sin vida de otras ocho personas en el Estado de Durango.

 

Por esos días sentenciaron además a siete miembros del cartel, dos mexicanos y cinco estadounidenses, por introducir a Estados Unidos miles de pastillas de fentanilo y varios kilogramos de metanfetamina y cocaína a través de la frontera.

 

Una radiografía hecha por la DEA y difundida a principios de mayo describe al Cartel de Sinaloa no como una organización unida y que tampoco  opera bajo el mando de un líder, como sucede más con el Cartel Jalisco Nueva Generación, sino como una congregación de cuatro grupos criminales.

 

El reporte describe una facción liderada por el Mayo Zambada, otra por Los Chapitos, una tercera por Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, hermano de El Chapo, y una última creada por Rafael Caro Quintero, conocida como el Cartel de Caborca.

 

El informe aseguraba que la salud física de Zambada está deteriorada, una idea que pone en duda su liderazgo y cuánto tiempo más estaría operativo.

 

Las autoridades estadounidenses aseguraron entonces que ambas organizaciones mantenían presencia en los 50 Estados e insistían que la red de producción comenzaba en China, donde han intentado poner el ojo últimamente.

 

En el tráfico de fentanilo, sostienen, participan exportadores de precursores químicos y productores, pero también navieras internacionales, transportistas en ambos lados de la frontera, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fachada y testaferros que blanquean el dinero.

 

A principios de mayo pasado, Anne Milgram, directora de la agencia antidrogas, se quejó en el Congreso estadounidense de que la cooperación con el Gobierno de López Obrador había sido “inconstante”. Algo que rechazó el Ejecutivo mexicano.

 

Por momentos, y según quién hable, la lucha contra los cárteles mexicanos se convierte en carne de cañón en una batalla que pinta más política que policial.

 

Otras veces, la presión recae con más fuerza en el gigante asiático. “Combatir la amenaza que suponen las organizaciones de blanqueo de capitales en China es una prioridad clave del Departamento del Tesoro, y hoy tomamos medidas para cortar los flujos financieros de los principales blanqueadores de capitales que están impulsando el tráfico de fentanilo”, señaló el vicesecretario del Tesoro, al anunciar las nuevas sanciones.

 

Ahora bien como se dará cuenta usted que me escucha y me lee, el entramaje que hay es profundo y durante años los gringos han estado construyendo el camino para cercar al cartel de Sinaloa.

 

Pero hay un suceso más el mismo día de la detención de Ismal Zambada en Sinaloa asesinaban a  Héctor Melesio Cúen Ojeda, quien era líder del Partido Sinaloense (PAS), diputado federal electo y ex Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, murió tras un ataque a balazos en Culiacán.

 

El ataque ocurrió en La Presita, una comunidad cercana a Culiacán. Después de ser atacado, Cuén Ojeda fue trasladado a una clínica privada, donde murió debido a la gravedad de sus heridas.

 

En mayo de este año, el ex rector Cúen Ojeda  fue vinculado a proceso por el Ejercicio indebido del servicio público.

 

El político sinaloense de 68 años fue declarado muerto tras sufrir un infarto debido a la pérdida de sangre.

Cuén Ojeda fue rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y presidente municipal de Culiacán. Nacido en Badiraguato, mismo lugar donde nacio el Chapo Guzmán, contendió en 2016 por la gubernatura de Sinaloa.

 

Un hombre ligado al poder y al narco. Rubén Rocha Moya gobernador de sinaloa  y Melesio Cuén fueron aliados políticos después de que firmaran alianza Morena y el PAS en el pasado proceso electoral.  Ambos fueron rectores de la UAS. Incluso lo nombró secretario de Salud y luego lo cesó.

Su diferencias escalaron al grado de que Cuén firmo alianza con los partidos de oposición   nacionales y fue incluido en las listas plurinominales del PRI como diputado federal.

 

Héctor Melesio Cuén Ojeda protagonizó varias polémicas a lo largo de su vida, particularmente desde el inicio de su trayectoria académica, desde donde obtuvo recursos para adentrarse en la política, al punto que el próximo mes de septiembre hubiera rendido protesta como Diputado federal con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Su vida sin duda fue polémica, asi como fue su muerte: el Diputado federal electo, fue asesinado, el mismo día en que fue aprehendido Ismael “El Mayo” Zambada. Periodistas especializados en el tema han asegurado que ambos personajes se reunieron ese día.

 

Su muerte paso desapercibido a pesar de que el estuvo ligado al Cartel de Sinaloa. Melesio Cuén fue cercano a el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López Hérnandez, tanta fue su cercanía que en el rompiento entre el Gobernador Rocha Moya y Cuén Ojeda, el hoy senador morenista fue intermediario para tratar de solucionar sus conflictos.

 

Bien dicen los politicos y los narcos beben del mismo vaso.

 

Como vera usted que me escucha y me lee, los testigos fueron eliminados y la captura o entrega fue realizada de manera limpia.

 

La pregunta del millón es:

 

¿A quién beneficia la detención de Ismael el Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López?

 

¿Acaso  será a

los Chapitos, al Cartel Jalisco Nueva Generación, al Guano, al Gobierno de México, al gobierno de Estados Unidos..?

 

Dudas que matan.

 

Como verá usted que me escucha y me lee,  el narco y la política estan sin duda ligada de extremo a extremo.

 

Que tiemble el Estado y todos aquellos que se involucraron, que el Señor del Sombrero seguro hablará de todos.

 

Y en el narco como en la política, solamente hay que poner atención a los mensajes.

 

Asi que tendra que poner mucha atención el nuevo Secretario de Seguridad  de Claudia Sheinbaum ligado a Génaro García Luna.

 

 

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