07-09-2024 09:39:12 PM

El impune poder de pederastas

Por Yasmín Flores Hernández

A usted que me escucha y me lee, le pregunto:

¿Ha escuchado hablar de Jeffrey Epstein?

Sí, aquel que inspiró una docuserie en Netflix, donde se abordan los relatos de las sobrevivientes de abuso sexual, y se analiza cómo el convicto abusador sexual Jeffrey Epstein usaba su riqueza y poder para perpetrar sus delitos en contra de menores de edad.

Epstein, era un hombre de negocios financieros estadounidense, que inició su carrera en las inversiones, a través del banco Bear Stearns, luego fundó a finales de la década de 1980 su propia firma, con la que empezó a construir un millonario imperio como gestor de fondos, lo que lo llevó a crear lazos con poderosos millonarios y personajes del mundo.

Gracias a esas relaciones Epstein compartió encuentros y negocios con figuras prominentes de la política y el entretenimiento. Sus conexiones incluían a personas como Donald Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrés del Reino Unido, y así como a magnates de Wall Street.

Eso lo convirtió en un famoso anfitrión de fiestas en su mansión de Nueva York, una isla privada en el Caribe (conocida como la “Isla Little Saint James”) y una casa en la Florida. Estas eran, según los testimonios de las víctimas, escenarios de sus delitos.

La caja negra de la macabra red de Jeffrey Epstein, y sus poderosos amigos fue abierta. Ahí se revelan documentos de la investigación de la que podría ser la más poderosa red de pedofilia descubierta hasta ahora en los Estados Unidos. La lista incluye, al menos, 200 nombres de personalidades, empresarios y famosos del mundo.

La develación ha puesto la lupa sobre los nombres relacionados en los archivos que incluyen a quienes habrían participado de sus fiestas, así como tambien a socios comerciales en el tráfico de menores y pornografía infantil.

Nombres de políticos, actores, académicos, princípes y hasta ilusionistas obran dentro del expediente en contra de Epstein. Muchos de ellos estando en el poder cubrian dichas atrocidades de este sujeto, enfermo y asqueroso. Una red de personajes cubrian a Epstein, nombres como el de Donald Trump o Bill Clinton aparecen en los documentos.

El 10 de agosto de 2019, tras una llamada supuestamente a su “madre” que por cierto 15 años antes habia muerto, Jeffrey cobardemente se suicidó ahorcándose en su celda, en la prisión de Nueva Yok a la edad de 66 años, y a la espera de un juicio.

Juicio que nunca se pudo llevar a cabo, y con ello no existió la justicia para las victimas de Epstein y sus cómplices.
Cómplices que en la actualidad llevan una vida normal, ocultando su verdadero rostro.

México tambien tiene a su Epstein, en el año 2004 un libro publicado por la periodista Lydia Cacho, descubrió la red, que giraba entre la zona hotelera y la más pobre de Cancún, que estaban vinculadas a través de un grupo de empresarios, senadores y gobernadores.

Los personajes tenían “una fascinación” por la pedofilia y estaban dedicados a traer niñas de diferentes países, según palabras de la misma periodista, quien expuso su investigación al mundo.

Sin duda una gran red de corrupción y explotación infantil que se encuentra en todos los ambitos, tanto dentro de la industria como en la política de México.

En dicho libro sale a relucir el nombre de un millonario hotelero con poderosos intereses en Cancún, Jean Thouma Hannah Succar Kuri.

Nacido en Bisharri, Líbano, el 19 de septiembre de 1944, mejor conocido como Jean Succar Kuri. En su juventud llegó a México por un tiempo a casa de sus tios, en Guanajuato, posteriormente 1985 se mudó a Cancún, ciudad que estaba experimentando el turismo en su máximo esplendor.

Ahí, contrajo matrimonio y se divorció al poco tiempo. Despúes de unos años conoció a una niña de 5 años en Acapulco, con quien se casó cuando ella cumplió 18 y con quien tuvo cinco hijos.

Succar Kuri fue señalado como la cabeza de una red mundial de explotación sexual infantil.

Una investigación ya se encontraba en marcha para desarticular una red de prostitución y pornografía infantil en el estado de Quintana Roo, así como una mafia de corrupción que protegía el abuso sexual de menores en Cancún por parte de empresarios conocidos y funcionarios públicos.

En aquel libro, aparecen nombres de amistades y protectores de Kuri, amistades tan efectivas como Kamel Nacif Borge, un empresario de Puebla, que aparentemente logro motivar al gobernador, Mario Marín para que actuara y moviera los hilos en el poder judicial en contra de Cacho.

Políticos como Emilio Gamboa Patrón y Miguel Angel Yunes Linares estarian involucrados.

Succar pasaba dos semanas de cada mes en Cancún desde hace 20 años. El resto del tiempo viajaba a Los Ángeles, California, Las Vegas y Hong Kong, o donde sus negocios lo llevaran para traer consigo cuantiosas sumas de dinero en efectivo.

Este personaje es, sin duda, uno de los mas miserables que puede existir en la historia de cualquier país.

Depredador y brutal, un hombre que por supuesto no se tocó el alma, el corazón, ni nada, y que dañó la vida de millones de personas al abusar de menores de edad.

En algún momento pensé que los mayores depredadores estaban en la iglesia, como Marcial Maciel, Norberto Rivera, Joaquín Aguilar, en fin, pero el caso de Jean Succar Kuri, nos pinta tambien una problemática mucho mayor, las redes de pederastía protegidas por políticos.

Igual por gobernantes, empresarios, quienes han perdido cualquier noción de humanidad y convierten algo tan brutal, incluso más que el narcotráfico, como un negocio, como lo es tráfico de menores, la prostitución de los mismos, la pornografía infantil.

Sí, hablo de aquellos que no se pueden defender, aquellos que deberian ser cuidados y protegidos en todo momento, como son los niños.

En su momento Succar Kuri dueño de villas, restaurantes y comercios en Cancún, se encontraba molesto ya que Lydia Cacho publicaba una extensa red de prostitucion infantil, que alcanzaba las más altas esferas de la política y del empresariado.

Entrevistas que semanalmente publicaba Cacho en el diario “Por esto” en Quintana Roo, y que generó la molestia y la indignación del empresario mexico-libanes Succar Kuri.

Entre entrevistas y videos se destapaba una compleja red de explotación sexual controlada por Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge, el Rey de la Mezclilla, empresarios y politícos estaban indigados, pero no crea usted que por lo indignante, vergonzoso o brutal, que era el caso. Si no más bien, porque temian que los fueran a descubrir.

En aquel entoces Kamel Nacif era dueño de Tarrant Apparel Group, una empresa maquiladora con oficinas en varias partes del mundo, famosa por sus metodos antiecologicos, por sus miserables condiciones laborales, era protegido de Vicente Fox.

Lydia Cacho con ayuda de un hacker conoció la identidad de decenas de empresarios y políticos de alto perfil de todo el mundo, integrantes de esta red.
Las amenzas de muerte, los intentos de soborno, los dias de estar rodeada de escoltas se volvieron parte de la vida de la periodista, al igual que las niñas que en su momento denunciaron.

Los señalamientos iban desde la compra y venta de niñas y niños, lavado de dinero, narcotráfico, hasta la producción y comercialización de pornografía infantil, con ello se documentaba el traslado a cancún de cientos de menores para su explotación sexual; se documentó incluso el asesinato de una menor salvadoreña, victíma de las orgías de estos monstruos.

Jean Succar Kuri tenia en su poder videos de políticos a quienes extorsionaba con grandes sumas de dinero y protección para no sacarlos a la luz. Succar tenia demandas por violacion de menores desde los primeros años de la decada del 2000, fue enjuiciado y capturado en Arizona en el 2005, un año despúes fue extraditado a México, en donde deambuló por centros penitenciarios.

Desde Almoloya hasta el de Cancún, condenado a 112 años de prisión, por los delitos de corrupción de menores y pornografía infantil. Kamel Nacif cuenta hasta hoy con orden de aprensión por tortura, pero él está en el Libano, y este pais no tiene tratado de extradición, cabe destacar que Nacif Borge es Primo de Miguel Borge Martín y tío de Roberto Borge Ángulo, ambos exgobernadores de Estado de Quintana Roo.

Este último detenido en Pánama el 4 de junio de 2017 en el Aeropuerto Internacional de Tocumén. Desde el 4 de enero de 2018 fue extraditado a México donde permanece detenido en el Centro Federal de Readaptación Sicosocial de Ayala, Morelos.

Kamel Nacif será recordado al igual que el poblano Mario Marín por aquella llamada en donde se quedaria el sobrenombre de “Gober Precioso”.
Mario Marín, exgobernador de Puebla, quien el 2006 fue señalado de torturar a Lydia Cacho, en apoyo al empresario Kamel Nacif y a Succar Kuri, a quienes la periodista acusó de pedofilia en su libro “Los Demonios del Edén”.

En el 2005, Lydia Cacho fue detenida en Cancún poco tiempo después de que Nacif la denunció por difamación y calumnia por acusarlo de organizar fiestas junto con Succar Kuri, en las que funcionarios y empresarios abusaban sexualmente de menores de edad.

No obstante, la periodista fue trasladada vía terrestre a Puebla, donde Marín llevaba 10 meses como gobernador, trayecto durante el cual Cacho fue torturada por los agentes, quienes amenazaron con violarla y matarla, según denunció la escritora.

Poco tiempo después fue liberada tras pagar una fianza, pero el proceso legal en su contra duró más de un año.

En el 2006, la periodista Lydia Cacho denunció a Mario Marín por soborno, tráfico de influencias y abuso de autoridad, después de que se difundió el audio de una llamada entre el exgobernador de Puebla y Kamel Nacif, también conocido como ‘El Rey de la Mezclilla’, en el que se escucha al empresario libanés agradecerle al exmandatario estatal por detener a la periodista y darle un ‘coscorrón’.

En febrero del 2021, Mario Marín fue capturado por la Fiscalía General de la República en Acapulco, Guerrero, durante un cateo que derivó de una orden de aprehensión emitida desde el 2019, por su presunta responsabilidad en el delito de tortura en contra de Lydia Cacho, el cual es considerado de gravedad y le impide llevar su proceso en libertad.

En enero del 2023, la Secretaría de Seguridad de Quintana Roo informó que ‘el gober precioso’ y Succar Kuri fueron trasladados del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cancún hacia Chetumal, para luego ser llevados a diferentes penales federales, en un operativo realizado por autoridades de los tres órdenes de gobierno, con el objetivo de despresurizar de la entidad.
Posteriormente, Mario Marín fue enviado al Altiplano ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, mientras que Jean Succar Kuri fue trasladado al Cefereso número 15 en Chiapas.

Sin embargo, el 8 de septiembre del 2023, Succar Kuri fue llevado al Centro Penitenciario de Benito Juárez, ubicado en Cancún, luego de que el magistrado Carlos Lima Carvajal, le concedió un amparo para volver a Quintana Roo con el argumento de que su traslado a Chiapas fue ilegal, a pesar de que el gobierno federal y colectivos solicitaron evitar que el pederasta regresara al estado donde operaba.

Incluso, tres días antes de su traslado, el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Luis Rodríguez Bucio, exhibió al magistrado que facilitó el amparo, acusando que el pederasta estaba en un penal federal debido a que “es considerado una persona que pone en peligro la estabilidad y gobernabilidad del centro penitenciario local, debido a su conducta al interior del mismo”.

El empresario murió este viernes a la edad de 79 años en una clínica privada de Cancún, a consecuencia de una insuficiencia cardiaca. Sus víctimas, hoy mujeres no sienten que haya existido la justicia, muchas de ellas se dicen revictimazadas por el propio sistema.
Y mencionan que la periodista y escritora Lydia Cacho lucro con su tragedia.

Se dice que Succar Kuri desde prisión seguia manejando sus negocios con la complacencia de las autoridades.
¿Cuántos políticos y empresarios poblanos estarán involucrados en este tema?

A usted que me escucha y me lee, le pido ponga atención a lo que una víctima de Succar Kuri menciona, aquí el audio.

Jean Succar Kuri, el monstruo de Cancún
“Cuando veo una niña me derrito, pero es una expresión sana, tráeme una niña de 4 años y me desarmas”

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