Por Valentín Varillas
En el debate entre candidatos al gobierno del estado, Eduardo Rivera aseguró que los delitos habían bajado de manera sistemática durante su paso por el gobierno de la ciudad.
Y presentó sus números.
Desgraciadamente para él, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, tiene –como diría el clásico- otros datos.
Se trata, por supuesto, de cifras oficiales.
De acuerdo con esta instancia, entre 2021 y 2023, el total de delitos creció en Puebla capital un 12.1%.
En 2021, se cometieron 28,839.
En el 2022: 31,679 y un año después: 32,315.
El desglose por tipo de ilícito, en el mismo período de tiempo, es el siguiente:
Total de Robos (considera la suma de los robos en todas sus variaciones y movilidades) : +17%
Robo de Vehículos: +17%
Robo a Transportista: +198%
Robo a Casa Habitación: +15%
Robo a bordo de Unidades del Transporte Público: +49%
Robo a Transeúnte: +12%
Robo a Negocio: +9%
Robo de Autopartes: +37%
Trata de Personas: +69%
Lesiones Dolosas: +6%
Narcomenudeo: +11%
Violencia Familiar: +5%
Una realidad que contrasta completamente con lo expuesto por el abanderado del bloque opositor el pasado domingo por la tarde.
Un bloque de partidos que, por cierto, han subido al ring de la lucha electoral este tema socialmente tan sentido, como lo es el de la inseguridad.
Intentar obtener votos lucrando con uno de los flagelos más despiadados que han azotado al país por décadas, cuando los resultados concretos en la materia cuando fuiste gobierno son negativos, es llevar la lucha por el poder a un nivel históricamente bajo.
Bajísimo.
Durante el debate, Rivera Pérez se refirió una y otra vez a Alejandro Armenta como “el candidato de las mentiras”.
Estos números, no lo ponen a él como ejemplo de veracidad en términos de discurso de campaña.
Para nada.
Vaya mensaje, durísimo, para sus electores.