Por Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras
Estimados ciberlectores, el día de hoy quiero de manera breve, tocar un tema de gran importancia, y este son las elecciones mas grandes en la historia de nuestro país, mismas que ya se encuentran en una lucha encarnizada y guerra de lodo de unos a otros.
Es claro, que actualmente vivimos una realidad en nuestra patria que nadie jamás se imagino ni en el peor de nuestros escenarios desde la Revolución Mexicana y que el odio entre hermanos y amigos por cuestiones políticas, se ha visto cada vez mas acrecentado por líderes que no lo son y jamás lo fueron, o simplemente para decirlo de manera mas clara , por lideres que están llevando a nuestro país a una debacle que nos costará decenas de años levantarnos, y no sólo en el ambiente económico, sino en seguridad, salud, educación y los temas que usted se pueda imaginar.
Los que hoy dirigen las riendas del futuro de nuestra patria, o bien no están cuerdos o sólo están viendo para sus intereses muy personales, familiares, o de sus mas cercanos colaboradores, pero de ninguna manera por el futuro de este México nuestro, que antes se semejaba con un cuerno interminable de la abundancia y hoy solamente nos está llevando al cuerno.
Han llevado el arte de dividir en lugar de multiplicar, de restar en lugar de sumar, a niveles simplemente superlativos, dañando y comprometiendo el futuro de nuestro país, de nuestras esperanzas, de nuestra niñez y de la sociedad entera importándoles, solo sus odios, filias, fobias y resentimientos enfermizos.
Mintiéndonos descaradamente día a día y comprando al pueblo con pan y circo a la mas burda manera de los antiguos romanos.
En esta ocasión, de verdad creo que es importante que cada mexicano participe en los comicios que se acercan y que ejerzan su derecho de la manera mas acertada, mas honesta y viendo hacia el futuro, no solo de sus empresas o familias sino de nuestra niñez, de nuestras instituciones, de nuestros jóvenes y de los ciudadanos en general, que de verdad se quiten la venda de los ojos y vean como poco a poco, pedazo a pedazo, están destruyendo nuestras instituciones que tanto esfuerzo y sangre costaron solo por un sueño morboso, momentáneo y ficticio.
Que seamos conscientes, de como hemos perdido la seguridad y la confianza de caminar libremente por las calles, nuestras carreteras, en fin, por el país entero sin el temor de ser muertos, asaltado o mutilados, que recuperemos la confianza en quienes por mandato constitucional deben velar por nuestra seguridad, y que ellos cumplan con esa obligación.
Que incluso los delincuentes, se den cuenta que no es posible que les valga un verdadero comino el destrozar a una nación entera, como lo hacen quienes actualmente gobiernan con sus muy honrosas excepciones, al final, en un país derrumbado, sin orden y totalmente destruido sobre que o quienes van a gobernar, a quien van a volver sus víctimas en un mundo que regresa a la Ley del Revolver, o a una Selva donde solo sobreviva el más fuerte.
Revirtamos la ecuación y que los enfermos del cerebro, los resentidos y los ambiciosos e ignorantes no nos tomen el pelo, que de nuevo volvemos a sumar en lugar de restar, a multiplicar en lugar de dividir, que no nos dejemos llevar por falsos profetas o símiles de políticos, lugar que ha sido tomado por politiqueros o partidistas abusivos, embaucadores, nepotistas y enfermos.
Que vallamos a votar, pero que seamos inteligentes y estemos atentos acerca de quienes quieren que nos gobiernen, que no nos vuelvan a engañar y que entendamos como magistralmente lo explicaba Otto Von Bismark, Mariscal y estadista alemán: Otto Von Bismarck.
“El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación”,
¿O no?
Juzgue Usted