02-05-2024 12:41:50 PM

Los resucitados…

Por Alejandro Mondragón

 

De las anécdotas de la política poblana, a propósito de la temporada de muertos.

 

El entonces exgobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, recibió la noticia de la muerte de Fernando Gutiérrez Barrios.

 

Sí, el hombre que operó por décadas, desde la oscuridad, los sistemas de espionaje en el país.

 

Era enemigo declarado de Bartlett en su paso por la Secretaría de Gobernación.

 

Don Manuel, fiel a su estilo, pidió que le confirmaran la noticia. Le dijeron que estaba ya en todos los noticieros.

 

Entonces, respondió con eso no basta. Vas al entierro y miras que efectivamente esté en la tumba o que alguien me lleve para verlo y confirmar.

 

Ese pasaje ratifica que en política nadie está muerto hasta que es sepultado o, en estos tiempos, incinerado.

 

En el barbosismo una camada de personajes políticos y hasta periodistas fueron a parar a la cárcel.

Ellos se dicen perseguidos, aunque en la mayoría aún enfrentar procesos legales fuera de prisión.

 

Son los resucitados:

 

Aquellos que gracias al cambio de medida$ cautelare$ gozan de libertad. Unos deambulan como zombies, otros pretenden reinsertarse socialmente.

 

Lo cierto es: si Luis Miguel Barbosa viviera, seguramente continuarán presos.

 

Ahí andan Guillermo Aréchiga Santamaría, exsecretario de Movilidad; Arturo Rueda, exdirector de Cambio; Eukid Castañón, operador político del morenovallismo; Víctor Hugo Islas, exsenador priista; Antonio Vázquez, exalcalde de Teziutlán; Luis Cobo, exfuncionario de Tehuacán.

 

Otros más que sin pisar prisión andaban en el exilio o escondidos, Los Gali; José Juan Espinosa, exedil de San Pedro Cholula; y Jesús Giles, exlíder estatal del PAN, entre otros.

 

Así, estos resucitados de la política regresaron de las mazmorras del más allá.

 

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