01-05-2024 07:46:48 PM

Lalo y la inevitable introspección

Por Valentín Varillas 

 

Ya no queda duda alguna. 

Lalo Rivera será el candidato opositor al gobierno del estado de Puebla. 

Con un proyecto político ya definido, es el mejor momento para que el alcalde de la capital haga una profunda revisión de cómo marcha cada una de las áreas de su gobierno y definir quiénes le suman y quiénes le restan en este complicado camino que ha decidido transitar. 

Al margen de cuotas de partido, compromisos ideológicos, linajes ancestrales, amiguismos, compadrazgos y demás. 

Aquí, lo único que valen son los resultados. 

Porque en función de la evaluación ciudadana de cómo se están llevando las riendas de la capital, serán los votos contantes y sonantes que obtendrá en las urnas. 

Esta obviedad, históricamente, para muchos que han ocupado importantes puestos de poder se ha convertido en un complicadísimo acertijo. 

Si bien todas las encuestas, sondeos, ejercicios estadísticos y demás ejercicios, lo ponen como el perfil más competitivo de los partidos que conforman el famoso Frente, el reto más será maximizar el voto anti-Morena, latente en las zonas urbanas.    

Ahí en donde se concentra la mayoría de quienes son considerados socialmente como “las clases medias”. 

Esas que ponen especial atención en temas como la seguridad pública y la corrupción. 

Por cierto, dos de los temas de la agenda nacional que más le reclaman a los gobiernos emanados de la 4T. 

¿Cómo van en estos rubros? 

¿Qué dicen las mediciones internas que tienen en Palacio? 

Porque el peor escenario para el panista es que, por no hacer los cambios y modificaciones necesarios, con el tiempo necesario para que éstos impacten en términos de opinión pública y publicada, se pierda una parte importante de este voto que jamás iría a favor del oficialismo. 

Una mejora radical, clara y sin ambigüedades en estos rubros, podría inclusive influir directamente entre quienes no saben todavía por quién votar. 

Los famosos indecisos. 

O los que no tienen claro si van a participar en el proceso. 

Se trata, ni más ni menos, que del segmento que todos los partidos quieren ganar y que según los números, hoy anda en niveles superiores al 40%. 

Si el proyecto de Rivera Pérez va en serio, urge llevar a cabo esta introspección que, como todas, puede resultar incómoda o hasta muy dolorosa.  

Y no debe haber lugar para tibiezas o medias tintas.  

Se debe hacer con el mismo temple y firmeza que caracterizaron el discurso de su segundo informe. 

Así lo exige la frialdad de la política. 

Cuántos proyectos fallidos hemos visto por mantener a personajes nefastos en puestos claves de la administración pública, en todos los niveles, bajo criterios tan ambiguos como la lealtad, el compañerismo, la pertenencia de grupo y otros más. 

Se repite hasta el cansancio pero es verdad: en política lo importante no es ganar, es lo único. 

El equipo actual del alcalde ¿para qué le alcanza? 

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