Por Alejandro Mondragón
Otra de las narrativas que ni siquiera alcanzó a ser diatriba es la del tercero/a en discordia.
El barbosismo siempre apostó al enfrentamiento total entre Los Primos, Nacho Mier contra Alejandro Armenta y viceversa.
A días de conocerse los resultados de la encuesta que define al coordinador de la Cuarta Transformación en Puebla, cada uno de ellos anda en su tema.
Ni se ven ni se escuchan, cada quién en lo suyo.
Uno, Armenta se separó del cargo de senador y busca un debate con el alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
El otro, Ignacio Mier, sacó la reforma de desaparición de fideicomisos de la Suprema Corte de Justicia que tanto pedía el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se decía que el único que sacaba temas legislativos era Adán Augusto López, como secretario de Gobernación, pero hoy fue el legislador poblano el operó el tema presidencial.
Pero además con los votos de ebradistas, monrrealistas y del verde logró la aprobación, en comisiones, la Ley de Ingresos que plantea el Ejecutivo.
Está claro que cada primo con su tema, sin que se crucen en diatribas, descalificaciones o sus equipos entren en pleitos en medios o redes sociales.
Ya no está en sus manos la nominación, porque todo recae en la Comisión Nacional de Elecciones de Morena para que entre los nueve ganadores/as quepan en el jarrito 5 mujeres y 4 hombres.
Siempre se dijo que ambos eran los competitivos en Morena para mantener la gubernatura.
Y eso es ya irremediable.
