Por Alejandro Mondragón
Lo que para el sentido común es A, para la Cuarta Transformación y su creador Andrés Manuel López Obrador es N.
El algoritmo en encuestas, donde quién sume más que el de abajo es el ganador, en Morena significa hacer lo que se conoce como las cuentas de la lechera.
Así, el conocimiento, la preferencia electoral y los menores negativos resultan irrelevantes, frente a intangibles como origen, esfuerzo, trayectoria y afecto, que se convierten en lo definitorio.
Un ejemplo nacional ocurrió en Sinaloa, en el que Rubén Rocha no le alcanzaba en conocimiento, preferencia electoral y positivos para ser nominado el candidato de Morena y aliados, frente a Gerardo Vargas, un doctor de Redes Sociales Progresistas y cercano al entonces gobernador Mario López, pero no tenía origen, trayectoria y el afecto de quien manda en Morena.
Si la encuesta, como la entendemos todos los mortales, se hubiera aplicado a partir de los números, entonces Rubén Rocha no sería el góber de Sinaloa.
Otro caso, de aquí cerquita, ocurrió en el 2021, en la disputa por la candidatura morenista a la alcaldía de Puebla.
Tooooodas las encuestas daban como favorito a Gabriel Biestro, pero como en el caso de Vargas en Sinaloa, se optó por Rivera Vivanco para la reelección en Puebla.
Lo demás es historia. La señora perdió por más de 200 mil votos y Morena se quedó sin la plaza.
Si esa “encuesta de reconocimiento” que se lleva a cabo ahora por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, en realidad lo fuera, ya sabríamos desde el pasado fin de semana quiénes serán los 8 aspirantes a la gubernatura.
Un animal político como es Andrés Manuel López Obrador ya sabe lo que quiere para las nueve gubernaturas, desde el momento en que puso a competir a su favorita Claudia Sheinbaum por Palacio Nacional.
Él mira, registra lo que se difunde en medios y tampoco le gusta que jueguen a las vencidas con él.
Claro, siempre hablara que el pueblo decidió, que el sondeo morenista es el mayor ejercicio democrático. Ajá.
La única encuesta que vale para López Obrador es la suya.
¿Quieren más ejemplos?
