Por Alejandro Mondragón
Nadie tiene duda que Andrés Manuel López Obrador seguirá como un personaje muy influyente en su papel de expresidente de México.
“Es la fuerza moral” del Movimiento de Regeneración Nacional, machacan un día sí y otro también sus más cercanos.
Tan es así que ante la postulación de Claudia Sheinbaum como abanderada de Morena ya establecen que su operador personal, el próximo sexenio, será Adán Augusto López, quien repetiría en Gobernación por tres años para garantizar la continuidad de la Cuarta Transformación ya sin AMLO como mandatario.
Claro, Sheinbaum tendría que ganar la elección constitucional del 2024.
Este papel de expresidente conlleva a la pregunta básica para saber las definiciones de las cartas para las nueve gubernaturas que estarán en juego en unos meses ya.
¿Qué gobernador morenista le tomará la llamada a López Obrador, como expresidente?
¿A qué próximo mandatario morenista le tendría la confianza para que le lance un telefonazo?
El asunto puede resultar un simple detalle, pero en los juegos de poder esa relación vale oro.
En Puebla, qué personaje tiene la confianza de AMLO para un futuro cercano mantener la relación.
¿Ignacio Mier Velazco?
¿Alejandro Armenta Mier?
¿Rodrigo Abdala?
Me refiero a estos tres personajes porque el primero es el líder de la junta de coordinación política de la cámara de diputados federales y factor en la aprobación del último presupuesto lopezobradorista.
El segundo es el presidente de la mesa directiva del Senado y el tercero es su delegado del Bienestar en la entidad. Dicen que Abdala sí le tomaría la llamada, pero a Manuel Bartlett.
El resto de los aspirantes no tienen esa relación directa con el Presidente de la República, quien será el primero en conocer las encuestas para definir abanderados y abanderadas.
Todo juega hoy.
