26-04-2024 03:41:49 PM

La tristeza de Monreal

Por Valentín Varillas

 

Ricardo Monreal es tal vez el único morenista triste, después de los resultados que obtuvo su partido en las elecciones del domingo pasado.

En un video que subió a sus redes el martes pasado, no se le ve con el mismo ánimo triunfalista que ha caracterizado a otros liderazgos que forman parte de la cúpula del poder.

Al contrario, se le ve conflictuado, indignado.

Y todo parece indicar que la génesis de su estado de ánimo tiene que ver con el penoso papel que jugó la famosa Alianza Opositora, en cuatro de los seis estados que estuvieron en juego.

Es más, se atrevió inclusive a darles una serie de recomendaciones para llegar más fortalecidos a la presidencial del 2024.

Les sugirió unirse y hacer todo lo posible por sumar a Movimiento Ciudadano, si pretenden competirle a Morena en un par de años.

De locos.

La respuesta por parte de Dante Delgado, dueño de ese remedo de partido fue contundente.

Ayer mismo, en un carrusel de entrevistas en medios nacionales, profundizó en lo que ya había adelantado una vez que se conocieron las cifras oficiales de la votación del domingo: MC va solo, completamente solo y sin alianzas con PRI o PAN, en Coahuila y el Estado de México el próximo año.

Y por supuesto, juró y perjuró que en esta postura para el 24.

Aunque Delgado jamás se ha caracterizado por el cumplimiento de su palabra en su ya muy larga carrera política, estas frases pegaron durísimo en la línea de flotación del proyecto de Monreal.

Ese que tiene como fin único el ser candidato a la presidencia y que no pasa necesariamente por lo que suceda en el proceso interno de Morena.

El mismo que jura va a imponer a sangre y fuego inclusive por encima del presidente López Obrador.

Ricardo, hoy de facto defenestrado de la “burbuja” de Andrés Manuel, sabe que sin el partido naranja no hay nada que hacer.

Que si no se suma a una gran coalición contra Morena, dinamita su ruta de escape para irse con ellos a buscar la tan obsesiva nominación.

Y entonces, en su escenario político a corto plazo, aparecerían densos y muy oscuros nubarrones.

No hay muchas opciones.

Un premio de consolación que podría ser la candidatura al gobierno de la capital, lo que haría pedazos su credibilidad y el valor de la palabra empeñada.

O bien, un triste exilio presencial en lo que acaba el sexenio y se dan los consecuentes reacomodos de fuerzas y la renovación de liderazgos en los distintos frentes de la vida política nacional.

Nada atractivo, de acuerdo con los cada vez más ambiciosos sueños de grandeza del zacatecano.

Monreal, en su visita a Puebla de hace un par de semanas, pidió unidad al interior del Movimiento de Regeneración Nacional.

¿Abona a esa unidad las señales que hoy manda y que apuntan a una inminente fuga hacia otros derroteros políticos?

¿Tiene Ricardo la congruencia y la calidad moral para pedir esa unidad, cuando el se encargó, sin éxito por cierto, de hacer todo lo posible por descarrilar el proceso de selección del candidato a la gubernatura de Puebla en la extraordinaria del 2019?

Todo parece indicar que, otra vez, no le va a salir.

   

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