Por Valentín Varillas
Nada más ajeno a la obligación que tienen los gobiernos de atender las necesidades de los grupos vulnerables de la población, que montar una burda puesta en escena para obtener un beneficio de tipo político con ello.
Por eso, la adopción “express” hecha por el gobernador de Nuevo León Samuel García y su esposa Mariana, promovida hasta el cansancio por el aparato propagandístico oficial de ese estado sobre todo en redes sociales, es por decir lo menos reprobable.
En el fondo y en la forma.
Y es que, que algunas instancias nacionales e internacionales aseguran que lo hecho por la pareja, por inocente que pudiera parecer, se encuadra en la potencial comisión de distintas conductas delictivas y que se debe llegar a las últimas consecuencias.
Un show al estilo influencer para vender una falsa empatía con un menor huérfano y ganar adeptos, en la forma es despreciable.
La esencia misma de la política asistencial oficial, en cualquier nivel de gobierno, está ajena a los reflectores y al lucro político.
Puebla es un claro ejemplo de lo anterior.
Al margen de protagonismos y excesos mediáticos, el DIF estatal en esta administración ha dejado muy claras sus prioridades en términos de atención a la niñez poblana.
Y las acciones que la señora Rosario Orozco Caballero, esposa del gobernador Barbosa y sus principales colaboradoras han llevado a cabo en estos tres años, no dejan lugar a dudas.
Precisamente en temas relacionados con la adopción.
La creación del Consejo Técnico de Adopciones, un organismo garante de que las familias interesadas en adoptar, cumplan sin excepciones los lineamientos legales y las reglas que norman el procedimiento, es una avance sin precedentes en la materia.
Está integrado por representantes de distintos poderes del estado y especialistas en psiquiatría y medicina pediátrica, lo que no solo abona a que el proceso de adopción sea exitoso a largo plazo, sino que existan los contrapesos necesarios para evitar abusos o irregularidades, e inclusive, el que se hagan negocios millonarios para beneficio de los involucrados.
Se trata de un asunto prioritario de la política asistencial poblana, de atención y preocupación permanente y en donde la propia presidenta honoraria del Patronato, ha señalado de manera contundente la necesidad de mejorar y facilitar los trámites para que niños, niñas y adolescentes, huérfanos o abandonados, encuentren de forma más eficiente y con estricto apego a la ley, una familia.
Además, los apoyos y las mejoras que se han dado en las casas de asistencia del organismo son evidentes.
Se dan en materia alimentaria, en servicios de salud incluso a nivel preventivo en tiempos de pandemia y en una serie de actividades recreativas y deportivas que son fundamentales para la prevención de adicciones en esa etapa de la vida.
En resumen: es un tema de resultados, no de simulación.
De hechos concretos, tangibles, medibles.
No de manipulación mediática viral, de simulación y mucho menos, de convertir una obligación de gobierno en un espectáculo de masas.
Los paleros de Samuel García y su cónyuge, se desviven en halagos porque juran que ellos han inaugurado una forma “distinta” e “innovadora” de gobernar.
Si esto es lo que realmente nos espera en el futuro en materia de política y servicio público, si estos van a ser ya los nuevos usos y costumbres de quienes tienen la responsabilidad de llevar las riendas de un estado, municipio o incluso del propio país, el panorama luce de plano desastroso.
Pobre México.