Por Alejandro Mondragón
Muy orondos estuvieron los dirigentes estatales del PAN, Genoveva Huerta; del PRI, Néstor Camarillo; y del PRD, Carlos Martínez, tras los resultados electorales que ya hasta propusieron mantener su alianza para el 2024.
¿En serio?
Este futurismo, reflejo vivo de la política aldeana, expone que no han leído bien el mensaje que dejaron los ciudadanos/as en las urnas.
En la zona metropolitana de Puebla, donde quizá puede decirse que la alianza arrojó sus mejores resultados, sería bueno detenerse en el análisis para que Genoveva Huerta sepa que el PAN no necesitó al PRI, PRD, PCP y PSI.
De acuerdo con el cómputo final del PREP en la capital del estado, Acción Nacional obtuvo 213 mil 400 votos contra los 177 mil 567 sufragios que recibió Claudia Rivera Vivanco su coalición Morena y PT.
La diferencia fue de 35 mil 833 votos, sin considerar a los aliados que llevó Eduardo Rivera Pérez.
El PRI le dio 45 mil 299 sufragios por si mismo.
El PRD, 6, 243.
Compromiso por Puebla, 7 mil 636.
Y el Pacto Social de Integración le aportó 2, 660.
La otra diferencia fue por la combinación que hubo entre todos, de ahí que uno de los mitos que se murió en la pasada elección fue el de las alianzas para ganar.
El PAN no los necesitó, ante la ola azul que invadió la zona metropolitana.
Quizá sirvan PRI y PRD en el futuro para hacer bulto, pero nada más.
Lo que se vendrá para el 2024 traerá otras estrategias. Ya se verá.
