Karina Fernández |
Más de 16 mil poblanos se incorporaron al desempleo durante el primer año de la pandemia por COVID, según se refleja en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicada por el Inegi.
El informe da cuenta que hasta marzo pasado, 99 mil 471 personas en condiciones de trabajar no tenían empleo, 16 mil más que las contabilizadas al mes mismo de 2020, cuando empezaron a presentar los primeros casos de contagio.
Esto significó que el desempleo incrementó un 19% en el último año, producto del cierre de actividades y unidades económicas que generó la crisis sanitaria en Puebla.
En ese mismo lapso se generaron nuevos empleos y se mantuvieron puestos de trabajo de negocios que superaron la crisis pero que no ofrecen condiciones laborales óptimas a los trabajadores.
Por ejemplo, de los 2 millones 777 mil poblanos ocupados, 7 de cada 10 (poco más de dos millones) no tiene prestaciones laborales, lo que refleja que la mayoría labora en la informalidad.
Sólo dos de cada 10 gozan de prestaciones y acceso a instituciones de salud, equivalente a medio millón de poblanos económicamente activos. El resto sólo cuenta con una de estas opciones.
Estas condiciones laborales como los ingresos que perciben reflejan las carencias a la que se enfrentan los trabajadores. Y es que de acuerdo con el informe del Inegi, el 65% de poblanos ganan menos de dos salarios mínimos.
Un 9.7% ganan de dos a tres salarios mínimos, 3.5% perciben de tres a cinco salarios mínimos y únicamente el uno por ciento, equivalente a 28 mil 409 poblanos ganan más de cinco salarios diarios.
