21-11-2024 02:15:31 PM

Historias de vida

Por Jesús Manuel Hernández

 

Pocas veces los asuntos de Puebla han trascendido a las primeras planas de diarios internacionales como El País. El caso de Lydia Cacho y el “gober precioso”, la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle o los casos de robo de combustible, entre otros.

Nuevamente Puebla se fue al orden internacional con la denuncia por abuso sexual contra un militante de MORENA, diputado federal y candidato a la reelección, asunto que debe tener preocupados a los “talentos” del movimiento.

Aún no repuestos con el caso de Félix Salgado Macedonio, marcado también por abusos sexuales, los dirigentes enfrentan otro asunto en medio de algunas contradicciones. Por ejemplo, dos diputados federales poblanos tuvieron posturas totalmente diferentes aunque ambos son parte de la 4T.

Fernando Manzanilla declaró de inmediato que él propondría el desafuero del legislador en cuestión. Mientras Ignacio Mier se deslindó diciendo que lo que hizo no lo hizo como diputado, y él no se mete en la vida privada. Más tarde, dos días después, rectificaría pidiendo a MORENA la destitución de Saúl Huerta Corona como miembro de la bancada de Morena, quizá el tema de la Ley Zaldívar le impidió actuar con rapidez.

Hace un par de meses el parlamento Inglés vivió un colapso derivado de asuntos similares. David Steel, ex líder del partido Liberal Demócrata anunció su renuncia a la Cámara de los Lores luego de reconocerse su pasividad ante las denuncias por pedofilia de un colega, Cyril Smith, quien a finales de los 70 abusó de varios adolescentes. La pedofilia fue condenada finalmente.

O sea, el tema de la pederastia, el abuso sexual, está ligado al poder, religioso o político, en varios países donde impera la democracia. En algunos se tardan años en actuar y hacer justicia, en otros, las complicidades son parte del sistema.

Quizá en Puebla pudieron registrarse muchos casos de pederastia o abuso sexual en el sistema tricolor, pero como era absoluto, todo quedaba en familia. Varios casos se pueden contar y algunos actores están vivos.

¿Qué le pasó a MORENA en Puebla, porqué no detuvieron la participación de Saúl Huerta Corona? Quizá porque nunca supieron de sus prácticas, porque nunca lo investigaron, porque nadie ejerció de filtro en la selección de candidatos, es decir, quizá Huerta Corona llegó hasta donde llegó porque la inexperiencia de los dirigentes no hizo prevenir hechos como éste.

En la Revolución Francesa fue famosa la participación del llamado Duque de Otranto, Joseph Fouché, el policía del Estado que decía de sí mismo: “El ministro de policía es un hombre que se ocupa, en primer lugar, de todas las cosas que le incumben; y en segundo lugar, de todas las que no le incumben”.

El papel de Fouché fue altamente practicado en el antiguo régimen mexicano, cuando el PRI dominaba el viento, el aire y la vida de los políticos y su acción era muy valorada en momentos cuando se elegían candidatos.

En el pasado, los candidatos a diputados federales eran propuestos por los delegados del PRI, llevados con la bendición del gobernador, pasados por el tamiz del Secretario de Gobernación, evaluados por los mandos militares, por los grupos de poder en el partido y finalmente el Presidente decidía quién era candidato a diputado federal o gobernador.

Las técnicas del Duque de Otranto eran utilizadas también contra la oposición, decía Fouché: “Todo hombre tiene su precio, lo que hace falta es saber cuál es”; la investigación política permitía saber de las debilidades de la oposición y se usaba la información cuando era necesario, por ejemplo en una votación dividida.

Pero eso no sucedió en esta última elección, MORENA no tenía el poder, y necesitó de la suma de varias fuerzas políticas para formar el frente común contra el PRIAN. Los resultados están a la vista, López Obrador supera por mucho la aceptación media de los presidentes, pero empieza a cargar con asuntos muy pesados, hace las veces del Pípila en la toma de la Alhóndiga de Granaditas.

Y he aquí que Saúl Huerta Corona, se coló hasta la cocina, hasta la secretaría de la Comisión de Hacienda y obtuvo el aval -¿se sabrá de quién?- para buscar la reelección.

Huerta sintió, vivió el poder y se vio en un futuro con más poder aun, un poder que lo cegó para cometer errores fundamentales, un estilo de la vieja política enfrentado a la modernidad de las redes sociales, y peor todavía, Huerta Corona tiene enfrente a todos los críticos de López Obrador.

Salgado Macedonio y Saúl Huerta, de la mano, en una elección que viene a complicar a los morenistas un escenario que se veía como miel sobre hojuelas y que ya está viviendo los contrapesos del juicio mediático y ciudadano, el costo de proteger a los abusadores sexuales, puede ser más caro de lo que hemos visto, por no saber las historias de vida de los actores.

O por lo menos, así me lo parece.

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