Por Rodolfo Rivera
Desde hace mucho titulo así columnas para referirme a los problemas a los que se enfrentan los partidos en el poder y a los que inexorablemente se está enfrentando MORENA, el partido que arrasó literalmente en la mayoría de Distritos (federales y locales) y Municipios en las elecciones de 2018, gracias al impulso que le dio su figura emblemática y líder moral indiscutible, el hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El gran problema fue ese: MORENA ganó (y sigue estando bien posicionado en la mayoría de sitios donde hemos estado midiendo en el BEAP, Puebla incluido) no por ser un partido con magnífica estructura nacional o porque sus candidatos fueran carismáticos. No. Ganó porque la gente quería votar por López Obrador y porque el slogan de campaña que éste siempre promovió fue: Votar todo MORENA.
Y efectivamente, MORENA ganó en forma indiscutible. Pero la realidad ha venido en los siguientes años. Una cosa es ser opción de oposición a un régimen de corrupción y falsedades como lo fue el del PRI y el PAN y otra cosa es ser buen gobierno y realizar gestiones eficaces en lo local.
Ganarle al PRIAN fue relativamente fácil. La gente estaba harta de la mayoría de sus gobiernos (no obstante y aunque no se crea, aún hay localidades donde el PRI es el partido mayoritario y con buenas preferencias). Pero el tope con la realidad no ha sido nada fácil para los que ganaron de MORENA.
En su mayoría, los personajes que ganaron en Alcaldías y aún en Gubernaturas (Veracruz y Morelos son los ejemplos más sintomáticos) no tenían idea alguna de cómo gobernar, de qué cosa era la planeación gubernamental o la administración pública y sus incontables áreas específicas. Efectivamente, la mayoría de ellos venían de “las bases” de MORENA y fueron notables activistas… pero jamás habían tenido acceso al poder real.
El resultado ha sido, en general, porque siempre hay excepciones, gobiernos que los primeros meses no sabían ni cómo empezar, con un tenaz discurso contra la corrupción de gobiernos anteriores (real), con la buena idea de ser gestiones diferentes e incluyentes… pero sin ejecución de obras que beneficien a la sociedad, muy pocos logros efectivos en cuanto a castigo a todos esos corruptos que siempre han dicho que había y, para su desgracia, con un año prácticamente perdido por la pandemia.
Vaya, lo poco que habían planeado para ejecutar obra pública, se ha estancado meses y meses por la maldita pandemia. Y culpables o no, a la gente no le gusta nada que no haya cosas visibles de un gobierno.
Y así llegamos a los meses previos para la elección local y federal.
La gente nos sigue diciendo en la mayoría de sitios en nuestras encuestas, que sí votaría por MORENA (y su alianza). Pero en no pocos casos, evalúan mal a su Gobernante proveniente de MORENA. ¿Están locos los electores? Bueno, simplemente siguen aborreciendo al PRI y al PAN, aunque ya no en forma tan contundente como en 2018. Los gobernantes de MORENA han logrado que esa oposición disminuya. Y no en los votantes fieles de MORENA y admiradores contundentes de AMLO. Esos siguen existiendo y son un buen número.
Pero los votantes “switchers” que prefirieron el cambio del PRIAN en 2018 y sufragaron por MORENA sin ser simpatizantes ni militantes del movimiento, hoy sí han disminuido notablemente. Todos tenemos algún conocido o familiar que acepta que votó por AMLO y/o MORENA en 2018 porque era la esperanza para que las cosas cambiaran, pero hoy dice que está arrepentido y nuevamente quiere alternancia.
¿Votantes volubles y poco consistentes? No. Votantes normales que cada vez existen más en cualquier país. No son fieles a un partido en específico y evalúan candidatos o bien emiten voto de castigo para un partido que no les gusta cómo gobierna. Está sucediendo en todo el mundo y tengo 25 años de analizarlo en mi quehacer académico y demoscópico.
Entonces, para resumir: Hoy MORENA sigue teniendo un poco de ventaja en muchos Distritos, Gubernaturas y Municipios del país. PERO ya no es la de 2018. Eso implica que si los partidos de oposición (y más específicamente la alianza “Va por México” del PAN-PRI-PRD) lanzan buenos candidatos y hacen muy buenas campañas, sí pueden ganar en lugares donde la gente no está muy a gusto con su gobierno actual de MORENA. Punto.
Pero si a eso agregamos que los precandidatos de MORENA se van a pelear como locos por una candidatura (a un cargo que ya para nada es seguro que ganarán) o por una reelección, creyendo que se repetirá el escenario de 2018; y con sus pleitos posicionen a los candidatos opositores (nunca entienden los precandidatos: a la gente le revienta verlos pelear como borrachos por una botella vacía y simplemente piensan que TODOS los políticos son iguales… y es cierto) preparémonos para ver derrotas MORENAS seguras.
Pero nadie entiende hasta que se equivoca (y hay algunos que ni así). Se llama naturaleza humana.
Es cuanto por el momento.