Por Alejandro Mondragón
Muy desalentador es el estado de ánimo de los poblanos de cara a las elecciones del próximo año.
Así lo establecen los sondeos de opinión que empiezan a circular, donde más allá de ocuparse sobre quiénes encabezan las preferencias, partidos y políticos tendrían que cambiar absolutamente toda la narrativa.
Para empezar, según el último estudio político electoral de la empresa MasData, seis de cada 10 ciudadanos creen que Puebla se encuentra en el camino equivocado.
Las preocupaciones sociales son 4, en este orden: inseguridad, desempleo, crisis económica y corrupción.
Eso de los matrimonios igualitarios, el aborto o la restricción de movilidad vehicular no figura en el interés del poblano.
Para el 58 por ciento de los poblanos empeoró su situación económica.
El 32 por ciento cree que el año próximo mejorará, pero el 29 por ciento apunta que será peor.
El humor social en Puebla es pesimista. Así de simple.
El 47 por ciento de los poblanos ha sido víctima directa o indirecta de la inseguridad: robos al transporte, callejeros, casas habitación y automóvil.
El 67 por ciento señala que no recibe ningún beneficio de los programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y ya sobre las preferencias electorales, todos aquellos que hoy son mencionados más valdría que dejaran de aspirar, porque la suma de todos es menor respecto al voto oculto.
La sociedad está hasta la madre de partidos y candidatos, cuyas agendas no responden a las expectativas de los poblanos.
Vea nada más este dato: mientras Morena y sus candidatos traen una votación efectiva del 56 por ciento, la mayoría de los poblanos (40 por ciento) está convencida que perderán el control legislativo.
Se avecina una ola de abstención brutal.