19-03-2024 02:34:34 AM

El alumno superó al maestro

Por Alejandro Mondragón

 

El regreso de Ricardo Anaya a la arena pública obliga a analizar sus orígenes políticos, los cuales inequívocamente están en el morenovallismo.

 

“Ricardo Anaya es hechura de Moreno Valle”, presumían a la menor provocación los operadores del #GóberBala cuando peleaba por la dirigencia nacional del PAN.

 

“Anaya hará lo que yo le diga”, decía el propio Rafael Moreno Valle, quien -en diciembre del 2017- salió echando pestes de una reunión con Anaya, a quien amenazó por negarle ser el Gran Elector en Puebla y ser exhibido por sus traiciones en Coahuila y el Estado de México en los comicios locales de ese año.

 

Anaya para doblegar y derrotar, sin aniquilar, a Moreno Valle tuvo que convertirse en él: autoritario, gandalla, torcedor de estatutos y reglas del PAN para despojar a todos de la candidatura presidencial en 2018.

 

El Frente Ciudadano por México de aquel año se confeccionó como traje a la medida de Anaya. El sastre y cliente eran uno solo: el propio Ricardo.

 

Margarita Zavala tuvo más dignidad. Renunció al partido, mientras que Moreno Valle sólo azotó la puerta.

 

Anaya hizo lo que Moreno Valle realizó en Puebla: su regalada gana con el partido. Traicionó a todos, los engañó con la verdad, usó la estructura del partido para ser, manejó a su antojo los spots, se burló de sus opositores y se salió con la suya.

 

Al final Moreno Valle se conformó con garantizar la candidatura panista a la gubernatura para Martha Érika Alonso (q.e.p.d) y quedarse con la senaduría.

 

Moreno Valle no fue candidato por una simple razón: jamás puso como el enemigo a vencer a Peña Nieto y al PRI. Nunca se planteó sacar al tricolor de Los Pinos, cosa que sí hizo Anaya.

 

Ricardo se peleó con Peña, mientras Rafael era recibido en la residencia oficial de Los Pinos para analizar “el futuro de México”.

 

A Moreno Valle, acostumbrado a cooptar a sus aliados, le salió alguien con mejor cartera: Anaya. Sí, Ricardo le ofreció lo que quiso a Dante Delgado, a Miguel Mancera, a Los Chuchos, a Los Galileos, a los Yunquistas, a las estructura del partido, con tal de ser el candidato presidencial del Frente.

 

Ricardo tan ambicioso como Rafael. El alumno superó al maestro.

 

Ahora está de regreso con todo lo ya aprendido. Será candidato a diputado federal y después irá por la presidencia en 2024.

 

Cosa de tiempo.

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