Por Alejandro Mondragón
Vayamos al grano.
El ex director jurídico de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del Ayuntamiento de Puebla, José Maccise Flores, ahora funge como secretario técnico de la Auditoría Superior del Estado.
Es decir, un ex funcionario vinculado al escándalo del Cártel Inmobiliario de Puebla representa a quien audita a la autoridad municipal.
¿Estará enterado el auditor Francisco Romero?
¿Lo sabrá la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco?
El punto es que Maccise formó parte por meses del esquema de solicitud de “moches” a empresas, como lo revelan correos electrónicos en poder de Al Portador.
En ellos se lee que a una empresa le propusieron, a nombre de Beatriz Martínez Carreño, secretaria de Desarrollo Urbano que firmaran un convenio, en el que un millón 600 mil pesos se entrega en especie al Ayuntamiento y el otro millón de pesos en una donación en efectivo a la Tesorería. (sic).
¿Fue Maccise Flores la garganta profunda que entregó toda la información a la Auditoría para exhibir la corrupción en Desarrollo Urbano, donde él fungía como jurídico?
¿O en la Auditoría desconocen que su secretario técnico formó parte de este modelo de negocios?
Aunque él dejó la posición municipal para ascender a la Auditoría, lo cierto es que existen evidencias de su participación.
El tema ya se enredó porque un personaje clave forma parte de la instancia que al final de cuentas terminará por auditar y sancionar a la autoridad municipal, de confirmarse las irregularidades.
Juez y parte, a toda madre.