Por Alejandro Mondragón
¿Y dónde quedaron los 150 millones del “inédito” proyecto de alfabetización que puso en marcha el morenovallismo en 2011 con la Universidad Nacional Autónoma de México?
Los entonces mandatario de Puebla Rafael Moreno Valle y rector de la UNAM, José Narro, firmaron con bombo y platillo un convenio por tres años para alfabetizar a 258 mil 352 poblanos en 48 municipios.
Acordaron que cada año se destinarían 50 millones de pesos para que a finales del 2013, Puebla dejara de ocupar el quinto lugar nacional en analfabetismo.
Sin embargo, datos del último informe de Enrique Peña Nieto, divulgados ayer por El Sol de Puebla, revelan que la entidad seguía en 2018 en el lugar cinco a nivel nacional en analfabetismo.
La reportera Maricarmen Hernández señala que el INEGI reporta a 309 mil 430 poblanos que no saben leer ni escribir.
¿Hasta eso se chingaron?
Continúan las mismas zonas analfabetas de Puebla, pero lo cierto es que la promesa de erradicar este problema se quedó en eso.
“Lo que hagamos en Puebla será un ejemplo nacional; está en juego no sólo el prestigio de la UNAM, la BUAP y del gobierno estatal, sino el futuro de muchas personas. Este es un día especial, estamos cumpliendo un compromiso, subrayó Moreno Valle.
Todavía el exgobernador dijo que 3 mil 840 jóvenes estudiantes formarían un ejército de alfabetizadores y recibirían hasta becas, serían incorporados al Seguro Popular y las madres solteras obtendrían apoyos.
El rector de la UNAM, José Narro, puso de relieve la iniciativa del gobernador Moreno Valle para emprender este ambicioso e histórico proyecto educativo, que debe replicarse en el resto del país.
“Si vamos a luchar por la igualdad, la equidad y por abatir desigualdades ancestrales, es enseñando a leer y escribir a quienes no lo saben. Hoy en Puebla se está escribiendo el porvenir”, aseguró el ex secretario de Salud que ahora promete, junto con otros cinco homólogos derrotar al coronavirus en 8 semanas.
Insisto: ¿Dónde quedaron los 150 millones de pesos del programa de alfabetización que duró tres años?
Pues sí, se lo chingaron.
