Por Alejandro Mondragón
¿A qué México le hablará el presidente Andrés Manuel López Obrador?
¿Qué país está viendo que la mayoría no?
Los pobres primero es lo que atiende a la menor preocupación y todo lo demás –asume- es secundario.
El problema es que en una sociedad multicultural, multieconómica y multipolítica pierde de vista que en su lucha contra los ricos (conservadores, fifís y demás yerbas) se olvida por completo de la clase media.
Sí, aquella que aspira a la posición alta, pero jamás a la baja. Es cierto que quienes más han tenido, más han recibido en otras crisis.
Peeeeero la más afectada ha resultado la clase media, la cual acaba siempre en un brutal empobrecimiento.
¿Para qué entonces esperar a que la clase media acabe pobre para ayudarla, dentro de la línea discursiva presidencial?
La clase media compuesta por familias que tienen a sus hijos en colegios privados, pagan hipotecas, seguros de coches (si no cubre además el adeudo de su vehículo), alimentos y vacaciones.
En el esquema de confinamiento no producen, no generan ingresos y se acaban los ahorros.
A la clase media la olvidaron los pactos de solidaridad del salinismo, el Fobaproa, las reformas estructurales peñistas y demás.
Y fue al final la que pagó los platos rotos.
Una sociedad sin clase media sólo amplía la brecha entre ricos y pobres, ahora convertida en una guerra entre el presidente y adversarios.
Todo con el afán de imponer su visión, a costa de quienes en realidad cumple con su papel de vertebración social.